La derrota del Ejecutivo tricolor en el Parlamento checo se produjo gracias a los votos de varios diputados rebeldes de la propia coalición gubernamental, en la quinta moción de censura que afrontaba.
Del total de 197 diputados presentes en la Cámara baja (de un total de 200), la oposición reunió 101 votos, el mínimo necesario que establece la Carta Magna, anunció la vicepresidenta de la Cámara, Miroslava Nemcova.