Otra vez polémica por la construcción de un nuevo tanatorio en la capital hispalense. En este caso por el Tanatorio Nervión, edificio que la empresa de servicios funerarios Fuascen comenzó a edificar el pasado 29 de septiembre en una parcela del polígono Carretera Amarilla, frente al centro comercial Los Arcos, y que ha puesto en pie de guerra a parte de los vecinos del Polígono San Pablo, que entienden que no es el lugar más apropiado para albergar un centro de estas características que sólo contribuirá a degradar aún más la imagen del barrio.
Tras conocer el futuro uso del solar situado entre las avenidas Montesierra y Padre José María Javierre (donde hasta la fecha se ubicaba un gimnasio), una vecina de la zona inició la semana pasada una recogida de firmas en la conocida plataforma change.org instando a otros ciudadanos a movilizarse en contra del nuevo centro y a ayudar “a presionar” a los responsables municipales para que busquen un emplazamiento más adecuado al tanatorio.
Las firmas de este portal web van acompañadas de una carta dirigida al Ayuntamiento hispalense, al Defensor del Pueblo Andaluz y a los cuatro partidos de la oposición y en ella se exige la paralización inmediata de la obra del que será el tercer tanatorio de la ciudad (se sumará a los ya existentes junto a la SE-30 y al de San Jerónimo).
Entre las razones esgrimidas los firmantes señalan la cercanía de las viviendas de los vecinos de la calle Ada, “que pasarán de tener vistas a un centro deportivo a tener vistas directas a un precioso tanatorio”, su proximidad a guarderías, parques infantiles y colegios o que el lugar donde se va a levantar se trata de una zona comercial y de ocio (frente a un centro comercial y a un restaurante de comida rápida) “donde los ciudadanos van a hacer sus compras y a disfrutar”.
Asimismo, la carta dirigida al Ayuntamiento explica que se trata de un entorno que ya soporta diariamente un tráfico denso (en plena ronda del Tamarguillo, puerta al polígono Industrial Carretera Amarilla, camino para dirigirse a Sevilla Este), con picos máximos en el periodo navideño que originan “retenciones caóticas” por lo que no lo consideran la ubicación más adecuada para la edificación de un centro funerario que atraerá a más vehículos.
También consideran que este nuevo edificio agravará todavía más el problema de aparcamiento del barrio para residentes y visitantes y que supondrá un impacto social y económico negativo, atrayendo a gorrillas, repercutiendo a la baja de negocios o en la devaluación del precio de las viviendas. Otras de sus razones es su poca lógica al estar lejos del cementerio o al existir otras parcelas libres en el mismo polígono.
Los precedentes
La polémica por este nuevo tanatorio en la ciudad viene precedida por la que suscitó en su día la construcción en la época Zoido (PP) como alcalde de un nuevo centro funerario y crematorio en San Jerónimo (que ya tenían al de Servisa) que fue tumbada por la presión vecinal.
La situación en este caso es distinta. En el de San Jerónimo la parcela era de propiedad municipal, mientras que en el del tanatorio de Nervión se trata de un solar privado con calificación en el PGOU de Ordenación Industrial Abierta, que admite usos para equipamientos y servicios públicos de todas clases, por lo que la licencia de obras solicitada al Ayuntamiento se ajustaba al planeamiento urbanístico del lugar.
Tres plantas en 1.650 metros cuadrados
El nuevo tanatorio de la empresa Fuascen será un edificio acristalado de tres plantas y 1.650 metros cuadrados que albergará diez salas privadas de velatorio (el mínimo que exige la normativa municipal), siendo dos de ellas vips.
Previsto abrir este mes de diciembre
El centro, de carácter privado, tiene previsto abrir en diciembre gracias a una inversión que superará los tres millones de euros. En sus instalaciones está previsto que trabajen una veintena de personas (servicios funerarios, seguridad y limpieza).