Cuántas veces hemos dicho en la cama… un episodio más, una ‘partidita’, una página más y me voy a dormir. Ese pequeño ‘click’ que termina pasándonos factura cuando, en la mañana siguiente, o mejor dicho, pocas horas después, suena el despertador. Una carga que ya pesa para todo lo que resta del día.
Y es que en un mundo donde la luz de las pantallas compite con la luna por nuestra atención nocturna,
el hábito de irse a dormir tarde se ha vuelto moneda corriente.
Sin embargo, tras la aparente libertad de trasnochar se esconde un oscuro panorama de riesgos para la salud que merece ser explorado.
Aquí repasamos algunos de los problemas que más nos pueden afectar si no descansamos las horas que debemos:
Insomnio y desórdenes del sueño:
Un estudio publicado en el "Journal of Clinical Sleep Medicine" revela que las personas que acostumbran a dormir tarde tienen mayores probabilidades de sufrir insomnio crónico y desórdenes del sueño.
La calidad del sueño se ve afectada, lo que a su vez contribuye a problemas de salud física y mental.
Riesgos Cardiovasculares:
Investigadores de la Universidad de Warwick, en el Reino Unido, encontraron que las personas que son nocturnas tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. La falta de sueño o patrones irregulares de descanso pueden contribuir a problemas como hipertensión y enfermedades cardíacas.
Impacto en el Cerebro:
Un estudio de la Universidad de Surrey señala que trasnochar de forma crónica
puede afectar negativamente la función cerebral. La falta de sueño puede disminuir la capacidad cognitiva, la memoria y la toma de decisiones, llevando a un rendimiento mental reducido.
Mayor Riesgo de Diabetes:
Investigaciones del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Colorado indican que la falta de sueño asociada con hábitos de trasnochar puede aumentar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
La alteración del ritmo circadiano impacta la sensibilidad a la insulina y el metabolismo de la glucosa.
Impacto en el Estado de Ánimo:
La conexión entre la falta de sueño y problemas emocionales es innegable. La revista "Sleep" publicó un estudio que vincula el hábito de dormir tarde con un mayor riesgo de depresión y ansiedad.
Desregulación del Peso:
La revista "PLOS ONE" publicó un estudio que sugiere que el sueño tardío puede estar vinculado a problemas de peso.
La alteración del ciclo sueño-vigilia puede afectar las hormonas reguladoras del apetito, lo que contribuye a hábitos alimenticios desordenados y al aumento de peso.
En conclusión, trasnochar va más allá de una elección de estilo de vida. La ciencia revela que esta práctica puede desencadenar una serie de problemas de salud física y mental. Si bien el mundo moderno nos tienta a quedarnos despiertos, recordar los riesgos asociados con dormir tarde puede ser el primer paso hacia un cambio saludable en nuestros hábitos nocturnos. Priorizar un sueño reparador puede ser la clave para despedirse de los riesgos y dar la bienvenida a una vida más saludable y equilibrada.