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Sábado 18/05/2024  

Rasgarse las vestiduras

 La frase que da título a este artículo tiene su origen, qué curioso, en el antiguo pueblo judío. Las rasgaban, físicamente, ante la muerte de un ser querido, en señal de dolor y, de forma metafórica, ante la blasfemia. Así reaccionó el sumo sacerdote, Caifás, ante Jesús, al declararse éste Hijo de Dios.


Por eso les comentaba lo de la curiosidad. Esta semana, un concejal de nuestro Ayuntamiento, ateo convicto y confeso, ha emulado al Sumo Sacerdote y se ha rasgado sus vestiduras tras la denuncia del PP en relación al disparatado gasto del carril-bici. Al adorador de Fidel, a falta de mejor explicación ante la denuncia de los populares de ocultar la documentación relativa a tal asunto, no se le ha ocurrido nada mejor que tirar de camisa e hilera de botones y enseñar el pecho varonil anunciando su dimisión caso de encontrar algo más barato. Algo así como lo de, busque, compare y si encuentra algo mejor…!cómprelo! o lo de !si encuentra algo más barato, le devolvemos su dinero! Cualquiera que se encuentre ante esta tesitura se lo pensaría mucho antes de cuestionar al valiente y arriesgado concejal. Cualquiera que no viva en Estepona, que no haya seguido a diario la marcha de las obras, que no haya visto como un año después de terminarse las obras, ante el escándalo de la denuncia, se han terminado de pintar las líneas de separación de ida y vuelta y desconozca el acuerdo plenario que obliga a reponer a su situación primigenia el carril ocupado, en contra de la lógica y la seguridad vial, en dirección Cádiz.
Argumentar, como lo ha hecho Eduardo Alarcón, que el coste del carril, más del triple de cualquiera de los que ustedes quieran poner en comparación, es debido a que "se ha producido una remodelación integral de la avenida" es, cuanto menos, una burla a la inteligencia de quienes lo hemos vivido en primera persona. ¿Remodelación integral? ¿A qué le llama el señor Alarcón de esta manera? espero que no sea a lo que se ha hecho en el tramo de la Avenida del Carmen, que se ha destrozado para la construcción del carril-bici. ¿Se refiere quizá a eliminar los pasos de cebra? Lo dudo, ya que eran absolutamente necesarios y suficientes para atender el tránsito normal de peatones y, ahora,º se han visto sustituidos por semáforos innecesarios, de coste desproporcionado para el uso que se hace de ellos, responsables de la ralentización del tráfico en una zona de especial saturación en verano, especialmente tras la eliminación de uno de los carriles contemplados en el PGOU del 94. ¿A la construcción de un puente de madera como solución alternativa a la falta de imaginación con un coste de 120.000 euros? difícil parece tal justificación si nos atenemos a su elevado coste de mantenimiento y la falta de preparación de su base para las lluvias de este invierno y siguientes. Tampoco debe referirse al asunto de muro de Berlín que discurre entre la rotonda posterior al puente y el acceso al Puerto Deportivo. Absoluto disparate en materia de tráfico, incalificable en materia de seguridad vial y de escaso gusto si nos atenemos al diseño e impacto visual. Así pues, la solución parece clara. En la Estepona de los adoradores de Fidel, la remodelación integral consiste en dilapidar pólvora del rey, llenarse la boca con discursos baldíos y rasgarse las vestiduras cuando llega la hora de la crítica. Nada nuevo si nos atenemos al silencio cómplice ante los disparates jurídicos relacionados con los asuntos económicos, la postura del avestruz ante la persecución de funcionarios defensores de la legalidad y el mirar hacia otro lado, como si simplemente se pasara por allí, ante la situación de unas empresas municipales cuyo empleo se dice proteger con la boca pequeña mientras se hace el Don Tancredo a la hora de conformar los consejos de administración de aquellas que pueden acarrear responsabilidad. Y, cuando se le hacen ver estos extremos, la salida es negar la mayor.Yo, lo tengo muy claro, le tomaba por la palabra. Ponía de manifiesto, informe del colegio de ingenieros mediante, la carestía de las obras y, con cariño, eso sí, le deseaba felices fiestas.
En Málaga.

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