Como ya prometí en el artículo anterior, paso a describir los nombres de la mayoría de los lugares conocidos en el río Barbate. Esto ha sido posible gracias a la inestimable ayuda de “José Mi vida”, mi amigo y compañero de curso, que desde muy temprana edad faenaba en el río con sus tíos: “Los Mi vida”, junto con “Los Minutos”, “Los Nonos”, “Los Farrucos”, “Cananos”, “Los Negrillas” y otras familias barbateñas.
Las Pieras del Nío y el Banco de Arena eran la entrada y salida de los barcos. También estaban el Chispito, el Muro del Cañillo, la Cortá, el Varadero San Paulino (de la almadraba) y el Muelle de la Sal. Por la parte de Laolla, estaba La Playita de la Barra (donde lavaban los artes antes de entintar), la Punta de los Carabineros de Mar y el surtidor de gasoil (que servían de aduana con la playa). Además, estaban el Muelle, la Escalerilla (donde desembarcaba el bote de Bartolo, la gente de Zahara y los salineros), las dos grúas del consorcio (donde alijaban los atunes), y los salones donde se hacían las cajas de madera. También se encontraba la Lonja Vieja, el Taller de Carpio y los varaderos de Cabezas, Chinar y Barrientos (donde estaban los troncos para la construcción de barcos que, con la venía, a veces salían por la barra).
La Casilla de los Rentistas y la caseta de Niño Gigante (donde cocían jigao de atunes y sacaban aceite para la ropa de agua y enguao a las traíñas) estaban justo frente a la Barca Pasaje (que transportaba vacas retintas y ganado para sacrificar en el matadero). También estaban la Pescadería Vieja, el kiosco de Gavara (que vendía los boniatos), la fábrica de nieve, el Tintaeros, y las fábricas Caballo de Oros, Massones, Gallardos y las Casetas del Río. En el Bajo (donde se encontraban las mejores almejas, que vendíamos en el Bar Casimiro), estaban las Cochineras, el matadero y las Jarbinas.
Enfrente, en la Punta Gurripi o Punta Burrita, se vendía pescado. También se encontraban el Caño Finao o Playa Chica, las salinas, la Playa de Bujá, el Cachón el Pajá (donde traían paja para los colchones), el Caño Pericón (Zapatero), la Caldera de Tío Luca, la Playa Grande, Boca Ancha, el Río Viejo o Caño el Rocío, y las Pieras Pozo Montano (banco de ostiones).
Otros lugares importantes eran el Mosquito, el Campo de las Marismas (donde jugó el Barbate), el Caño Cabeza de la Grana, el Cachón de las Huertas (Mondragón), el Hoyo Grande, el Hoyo de la Oliva, el Hoyo de la Arena, y el Hoyo de las Corvinas. Enfrente estaba el Caño del Molinillo (hoy el túnel mayor contaminador del río), la Punta del Molinillo, el Caño del Portón, Boca Ancha, la Laguna de Manzanete, Las Cabecillas y el Sotillo (Soto). En el Hoyo de las Balenzuelas, los lugareños pescaban con un arte hecho de pita y estribo con bolso de red que enguaban con pan.
En los Cañizales se pescaban sábalos, anguilas, robaletes, balbos, corvinas, y en tiempos anteriores, algún que otro esturión. También había nutrias. Otros hoyos eran el Hoyo de las Malecillas, el Hoyo Redondo, el Hoyo del Taroque, el Hoyo de los Sábalos y el Hoyo Redondo (que eran los más profundos y con mayor caudal), el Hoyo del Caballo, el Hoyo del Enano, el Hoyo del Pino, la Higuera y el Hoyo de las Calderas.
Finalmente, estaba la Canoleta del Molino y la Zua, bajo el puente, que servía de refugio a los contrabandistas de Gibraltar. Ahí terminaba este largo recorrido. La Represa de la Barca de Vejer, por su altura, impedía que las grandes mareas inundaran los sembrados más allá de la Barca.
Hoy, muchos de estos lugares fueron cegados con la construcción de la carretera de zahorra que bordea el río. A pesar de la investigación realizada para este artículo, es probable que falten algunos lugares o que estos mismos hayan tenido otros nombres.
