El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Sevilla, Juan Espadas, ha pedido al Gobierno municipal que “negocie con Ikea y no le diga a todo que sí”, ya que se trata de un tema que “requiere seriedad” para sentarse con la compañía y ha dejado claro, en respuesta a las declaraciones del concejal de Urbanismo y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Sevilla, Maximiliano Vílchez, que la norma urbanística la escribió él mismo y “no ha sufrido modificaciones”.

Según ha informado el portavoz del grupo municipal socialista, “el Gobierno municipal debe de plantearse unas negociaciones serias y a continuación hacer una tramitación de planteamiento para la que tiene todo mi apoyo y seguro que tendrá el de la Junta de Andalucía, pero tiene que hacer la propuesta de no decir a todo que sí, sino sentarse y negociar”.

Así, insiste en que el objetivo del PSOE es que Ikea se quede en Sevilla y que “cualquier iniciativa para generar empleo se debe estudiar”, por lo que pide “que se consulte antes de hacer nada”.

Por otra parte, Espadas ha respondido a Vílchez, que había asegurado que el portavoz socialista no había leído la normativa urbanística. “Que no diga que lea la norma, porque la escribí yo. He consultado si se ha cambiado pero me han dicho que sigue igual”, sentencia.

Vuelta a la especulación

Por su parte, el portavoz de IU, Antonio Rodrigo Torrijos, ha advertido de que a través del “señuelo de la creación de empleo”, el alcalde de Sevilla medita ya “dos grandes operaciones de recalificación de suelo” situando de nuevo el urbanismo en “el centro del debate político” y “abriendo peligrosamente la puerta a la especulación y a una cultura del pelotazo”.

“Sorprende la celeridad con que Zoido se propone modificar el Plan General de Ordenación Urbana”, señala Rodrigo Torrijos en su blog personal recogido por Europa Press, en dos operaciones, “una al lado del río con Altadis y otra en una zona de crecimiento y de expansión de la capital como son los terrenos San Nicolás Oeste junto al aeropuerto de San Pablo, con Ikea”.

Torrijos advierte de que “el urbanismo vuelve a situarse en el centro del debate político, pero no para mejorar la sostenibilidad y el medio ambiente o potenciar la vivienda pública o el parque social de vivienda, sino para abrir peligrosamente la puerta a la especulación y a una cultura del pelotazo”.