Bergamo es la capital de la provincia homónima entre Milano y Brescia, en Lombardía y al norte de la república. Es la puerta de entrada al lago de Iseo o a valles alpinos como Val Brembana, Val Seriana o Val Talleggio donde esquiar en invierno o practicar senderismo el resto del año. Bergamo, gracias a Ryanair, la eficaz, eficiente, nunca perdedora de equipajes y puntual compañia que ha revolucionado el mercado del transporte aéreo y que ha tenido más éxito en la integración de los ciudadanos europeos que todo lo hecho hasta ahora por los políticos de Bruselas, puede presumir del aeropuerto de Orio-al-Serio (a dos kilómetros de Bergamo) como el auténtico segundo aeropuerto de Milano -el más cercano exceptuando al viejo Milan Linate-. Ana y yo acabamos en Bergamo y tras una mañana en Milan nuestro viaje por Centroeuropa. Antes de tomar el avión de regreso, tenemos tiempo de pasear por los dos centros de Bergamo: ésta se divide en Citta’ Alta i Citta’ Bassa.
La Citta’ Alta es la parte antigua, amurallada y sobre una abrupta colina desde donde la población buscaba abrigo y protección contra los invasores de otros tiempos. El mejor sistema para llegar a la Citta’ Alta -ciudad alta- es el funicular, que nos deja en el escenario medieval de la plaza Mercati delle Scarpe (mercado del calzado) o plaza del Mercato Vecchio (mercado viejo). Desde aquí la via Gombito primero y Colleoni después, nos sirven de columna vertebral en nuestra visita a la ciudad antigua en sentido este-oeste.
Encontramos a nuestro paso diferentes palacios medievales y lugares cautivadores como la Piazza Vecchia (plaza Vieja) -antigua fuente del poder político bergamasco donde está la Biblioteca Cívica o el Palacio Della Raggione y que Corbusier definió como la plaza más bonita de Europa- o la piazza Duomo (plaza de la Catedral) con la Catedral de Santa María la Mayor, el llamativo baptisterio de planta octogonal o la capilla Colleoni. A partir de piazza Vecchia, centro de la ciudad alta, puede seguir por la vía Colleoni hasta la piazza Mascherani y piazza Citadella.
El trayecto mostrado es la mejor orientación que puede tener en este recorrido del Bergamo medieval. No obstante, ya puede imaginar que mi recomendación es que no deje de explorar las sorprendentes calles perpendiculares a derecha e izquierda. Descubrirá el resto de la ciudad, y le aseguro que disfrutará de este pequeño safari urbano. Le encantará, Ana y yo se lo aseguramos.
Pero antes de abandonar la Citta’ Alta, le sugiero probar en uno cualquiera de los restaurantes que encontrará en su camino, y desde luego, tómese un capuchino en la cremeria Cavour, es una de las más antiguas del Bergamo viejo. Y por favor, no abandone la parte antigua sin comprar unos funghi, un embutido o una bolsa de pasta del mercado antiguo. Lo disfrutará al regreso.
La Citta’ Bassa es la “parte nueva” de la ciudad, construída como prolongación lógica de la parte antigua a partir de las murallas renacentistas. Un agradable paseo por el Viale Vittorio Emmanuelle le llevará al centro de la “ciudad baja” en la piazza Vittorio Veneto donde verá el amplio espacio de Porta Nuova que simboliza la entrada a la “ciudad baja”. A su izquierda se abre la comercial via Torquato Tasso y la iglesia del Santo Espíritu. A su derecha el “Senterione”, amplia y corta avenida adoquinada y arbolada, construída por comerciantes bergamascos en el siglo XVII, que con el teatro Donizetti y la iglesia de San Bartolomé, desemboca en la concurrida, comercial y animada vía 20 de Septiembre -la avenida preferida de Ana-. Al final de ésta, la piazza Pontida le llevará al largo Nicoló Rezzara y la iglesia de San Alejandro. El Senterione también le conduce, en sentido contrario, a la piazza Dante donde puede admirar los palacios típicos del Bergamo “nuevo” como el palacio de justicia, el edificio que ocupa el Banco de Italia o el palacio de la Cámara de Comercio.
Antes de acabar la visita en Bérgamo, “Citta’ Bellissima” como escribió un anónimo veneziano en el sXV, una sugerencia: pídase una ración de polenta a la hora de comer o cenar -es un plato muy típico que está hecho a base de masa de maíz- y un “antipasti bergamaschi” (entremeses de Bérgamo). En Italia, como también dice nuestro gran amigo de Rimini, Claudio Bugli, siempre comerá bien. Creo que los tres, estamos de acuerdo.
Información práctica:
-Cómo llegar: Lo ideal es volar desde Gran Canaria directo a Bergamo. No obstante, las conexiones con Roma son muy frecuentes.
-Dónde dormir: En el centro de Bergamo hay muchos hoteles.
-Dónde comer: En la Città Alta con todo el romanticismo del mundo.
-Oficina de Turismo: http://www.italiaturismo.es/ Excelente trabajo de información por parte del ente italiano.