Felipe Benjumea, hasta el sábado 10 de octubre presidente ejecutivo de Abengoa, lleva meses estrechando los lazos con José Domínguez Abascal, quien le sustituirá como presidente (no ejecutivo) tras la junta general extraordinaria que se celebra ese día en Palmas Altas, la sede de la empresa en Sevilla. El pasado mes de julio, Benjumea, que también preside la sociedad familiar Inversión Corporativa (IC) que controla el 57% de Abengoa, nombró a Abascal vicepresidente de IC.
Un ascenso meteórico, ya que entró como consejero de IC en marzo pasado y fue nombrado número 2 el 28 de julio. Es decir, sólo una semana antes de que Abengoa lanzara una ampliación de capital por 650 millones para evitar la suspensión de pagos que se aprobaría precisamente en la citaa junta extraordinaria.
Una ampliación que determina además que IC pase a tener sólo el 40% de los derechos de voto (poder) en Abengoa, desde el 57% actual. La cercanía histórica que ha tenido Domínguez Abascal con las familias propietarias de Abengoa se ha formalizado ahora a través de IC. Esta sociedad será, de todos modos, el primer accionista del grupo de ingeniería sevillano.
Retirada táctica
Se refuerza de esta forma la idea que circula entre diversas fuentes financieras y empresariales de que la retirada de Felipe Benjumea hacia la posición de presidente de honor (la misma que ocupó su padre cuando le dejó la empresa a él y a su hermano Javier en 1991), sin poder ejecutivo formal, es sólo táctica. Que seguirá influyendo enormemente en la gestión.
De hecho, no hay cambios en los directores de las grandes divisiones de negocio y Santiago Seage, hombre de su confianza, será ratificado en la junta extraordinaria como consejero delegado.
Junto al nombramiento de Domínguez Abascal, IC también convocó el pasado 2 de octubre la celebración de una junta general extraordinaria el próximo 4 de noviembre en las oficinas de Abengoa en Madrid -oficinas en las que está también el domicilio social de IC-.
En ella está previsto que los accionistas de las cuatro familias aprueben la aportación por parte de IC de 120 millones para acudir a la ampliación de capital de Abengoa. Esta cantidad ha sido financiada por Caixabank, Santander, Sabadell y Popular. Pero varios de los miembros de la familia han expresado su descontento con esta decisión y, en general, con la gestión que la familia Benjumea ha hecho en Abengoa en representación de IC.
División interna
Ante ello, la junta examinará un informe de su consejo de administración -que preside Felipe Benjumea- y debatirá, tomará acuerdos y dará instrucciones “en cuanto proceda sobre la evolución de los negocios y de la situación de la sociedad, así como sobre su régimen de gobierno”. Se abre así la puerta a una cierta autocrítica interna que dé voz a los críticos.
Pero, más adelante, el texto de la convocatoria de junta recoge una clara advertencia a esos críticos por parte de “accionistas representativos de más del 50% del capital de IC, representados en el consejo de administración”. Estos accionistas “han solicitado que conste su intención de votar a favor de ratificar las actuaciones realizadas por la sociedad en relación con la ampliación de capital de Abengoa”.