Mira por dónde nos hemos encontrado, Pepe Bacedoni, en el Viva Huelva, con tu bagaje de entrañable y admirada sabiduría; con tu presencia de silencios cuando llegas a la redacción del periódico, silencios que me hablan. Y digo que nos hemos encontrado en el andar de la vida por caminos diferentes pero atados por algunos conceptos y percepciones comunes, porque en tu cúmulo de actividades artísticas y saberes, me adentro y me identifico con aquello del dibujo. Yo hice en Barcelona dibujo publicitario, y fíjate, también viñetas para el desaparecido ‘Jaimito’, ¿te acuerdas? También le puse portada y dibujos a plumilla a un poemario mío, ‘Brocal de estrellas’, pero claro, todo lo que te cuento es una nube de verano en ese maratón tuyo, incuestionable, que no tiene parangón.
Ahora me dejas un libro tuyo en la redacción del periódico, y para que no quede cojo, me pones una dedicatoria, que te agradezco en el alma como amigo, pero entiendo que te excedes -perdóname, pero si no te lo digo, me siento otro-. Yo soy el que aprendo de ti cuando me introduzco en el regalo de tus pensamientos, cada vez que abro el diario, y los leo y releo, y entre los muchos pensamientos, haces un alto en el camino y cedes tu espacio -a quién no- a nuestro común amigo, Francisco José Martínez: “El reparto de la riqueza debe de ser uno de nuestros objetivos. No decimos que no debe de haber libertad económica, que el que asuma riesgos pueda ganar más, sino que sea equitativo”.
Sí, Pepe, me detienes por tiempo en los mensajes gráficos y tonificantes de tus dibujos en el periódico, siempre de Huelva y la provincia; cuando coincidimos en la redacción y te veo llegar con tu paso medido de hombre paciente, y repito, con ese silencio que tanto me habla.
Pepe Bacedoni, perdóname el acercamiento a través de estas improvisadas líneas, he leído tu libro, y vuelvo para atrás, para detenerme en esa afirmación tuya en la que dices: “No pertenezco a ningún partido político”, que entiendo perfectamente, porque tu único partido en totalidades es el ‘humanismo’, te parece poco, y lo llevas de manera tan sencilla y simple como una mota de polvo en el tabardo, o dejándola como huella imborrable, enredada en todo lo que haces, en los vivires, que no son pocos, de todas tus nobles intenciones, y en un mundo donde tanto hacen falta hombres como tú.
Te pido que sigas dibujando a tu Huelva y mi Huelva, a la de todos los onubenses, esa Huelva de ayer presente siempre en ti, y esta de hoy que tiene que abrirse en esperanzadores horizontes. Te ruego que sigas enriqueciéndonos con tus pensamientos y no los dejes escapar, siéntete atrapado por ellos. Mi sincera y agradecida amistad con un abrazo.