Una investigación realizada en la Universidad de Granada ha revelado que el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cumple todos los criterios diagnósticos del denominado trastorno narcisista de la personalidad, una enfermedad mental que se caracteriza por una tendencia extrema a apreciarse a sí mismo, considerarse distinto y sentirse merecedor de un trato especial.
El trabajo, que ha publicado la revista científica 'Behavioral Psychology', ha sido llevada a cabo por Vicente Caballo, catedrático del departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la UGR, quien vivió durante cuatro meses en Estados Unidos como investigador visitante de la Universidad de Boston, coincidiendo con las elecciones por la presidencia del país.
Entre los criterios utilizados por los científicos para el diagnóstico de este trastorno de la personalidad, se encuentra el tener un sentido grandioso de la importancia, "algo que sin duda es aplicable a Donald Trump, quien continuamente tiene que distorsionar la realidad y decir que los medios de comunicación se inventan noticias falsas para que esta realidad pueda encajar con la idea grandiosa que tiene de sí mismo", ha apuntado Caballo en una nota de prensa de la UGR.
"El narcisista no es simplemente bueno, es el mejor", ha destacado el científico de la UGR, quien ha agregado, en este sentido, que el presidente norteamericano "no construirá un muro con México, construirá el muro más grande y más bonito que se haya visto".
Otro de los criterios de diagnóstico analizados es la preocupación por fantasías de éxito, poder, belleza o amor ideal ilimitados, algo que se refleja en el uso desmedido que Trump hace de conceptos grandilocuentes en sus intervenciones, con palabras como "tremendo", "impresionante", "fantástico", "maravilloso", "genio", "asombroso", o "especial".
El presidente de Estados Unidos cree que es especial y único y que sólo pueden comprenderlo, o sólo debería relacionarse con otras personas especiales o de elevado status, lo que es precisamente otro síntoma del trastorno narcisista de la personalidad. El catedrático de la UGR ha puesto distintos ejemplos de entrevistas en las que se refleja este hecho en Trump, como cuando durante la campaña electoral dijo: "soy más listo que cualquiera de ellos... y puedo demostrarlo. Todos ellos son tan estúpidos como la gente estúpida que dirige el gobierno en este momento".
El mandatario norteamericano también "exige una admiración excesiva, y espera asimismo elevados niveles de dedicación de sus subordinados, aunque les importa poco su bienestar". A juicio del autor del estudio, el presidente se preocupa tanto por lo que la gente piensa de él que, según han filtrado sus asesores, ve una cantidad excesiva de televisión, sobre todo "por su obsesión de saber cómo es percibido por los medios de comunicación".
El investigador de la UGR ha destacado en su artículo que el presidente de EEUU carece de empatía, es decir, es incapaz de reconocer o identificarse con los sentimientos y las necesidades de otras personas, y "nunca se disculpa por cualquier paso en falso, por ataques intempestivos o por sus insultos y ha demostrado una notable falta de empatía hacia las personas a las que ha atacado, herido o dañado".
Los narcisistas tienen envidia de los logros de los demás y creen que éstos les tienen envidia por sus logros. Cuando trabajan en grupo, atribuyen las malas gestiones a la envidia de los demás. "Parece que Trump está dominado por la expectativa de que todo el mundo envidia su éxito: todo el mundo quiere ser Trump", ha señalado el catedrático, que además ha detectado en este político "una conducta aparente distante, arrogante, desdeñosa, presuntuosa y engreída".
Otras características que se deben considerar en el trastorno narcisista de la personalidad son las variaciones extremas en el estado de ánimo, las dificultades para obtener retroalimentación de su conducta; mentir frecuentemente para mantener las ilusiones de éxito y la autoestima; tener una enorme seguridad y confianza en sí mismo o presentar comportamientos antisociales adicionales.
Vicente Caballo ha explicado que este artículo "no es un intento de ofrecer un diagnóstico clínico del actual inquilino de la Casa Blanca, porque para eso haría falta una entrevista clínica personal y otros procedimientos" sino que "tiene una doble función", por una parte, entender mejor las acciones, afirmaciones/tuits y políticas de un hombre que es caracterizado a menudo como errático e impredecible; y, por la otra, ofrecer una visión más cercana, a los estudiosos del TNP, de patrones de conducta" que puedan ser ilustrativos.