El Gobierno ampliará la prestación de 420 euros a los parados que se han quedado sin cobertura desde el 1 de enero, y no el 1 de agosto como estaba previsto, tras el acuerdo al que llegó ayer el PSOE con los partidos de izquierda.

Así lo confirmó el portavoz socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, quien destacó que este acuerdo, al que ha llegado el PSOE con IU-ICV, ERC, BNG y Nafarroa Bai, ya cuenta con el apoyo de CiU, PNV y CC.

A este respecto, mostró su confianza en que se sumen al acuerdo el resto de partidos, con el fin de “no poner palos en la rueda” y que se puedan tramitar las nuevas prestaciones a partir de primeros de noviembre.

El acuerdo también suprime del texto la condición de que la tasa de desempleo esté por encima del 17% para prorrogar esta ayuda.

Desde Bruselas, la vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, insistió en que extender la ayuda a más personas significa “retraer los recursos” de otras alternativas o incrementar el déficit.

Aunque más tarde calificó la medida de excelente, Salgado reiteró que hará que “nuestro déficit (público) se vea un poquito más tensionado”.

No obstante, Alonso afirmó que la ampliación de la prestación cuenta con el beneplácito de la vicepresidenta segunda, que lo considera “financieramente sostenible” y tiene la aquiescencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho.

La ampliación supondrá, según la secretaria general de Empleo, Maravillas Rojo, que la ayuda beneficie a entre 250.000 y 300.000 personas más de las previstas, que eran 340.000, y el gasto necesario aumentaría de los 640 millones iniciales a cien millones más por mes extra, es decir, 700 millones más.

José Antonio Alonso incidió en que el decreto ley “se está aplicando ya y va a seguir en lo relativo a los que se quedaron sin empleo a partir del 1 de agosto”, y después de su reforma se extenderá al resto.

La ayuda de 420 euros la aprobó el Consejo de Ministros el pasado 13 de agosto, dirigida a los desempleados que habían agotado sus subsidios y con rentas inferiores al 75% del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), aunque desde su entrada en vigor recibió todo tipo de críticas por beneficiar sólo a quienes se habían quedado sin cobertura desde el 1 de agosto.

Semanas después, Zapatero se comprometió a revisar el decreto para ampliar la ayuda y que llegase a más gente.

Desde el PP, su presidente, Mariano Rajoy, dudó de que la ampliación de la ayuda sea “definitiva”, debido a la “improvisación” con que actúa el Gobierno cuando toma las decisiones.

En este sentido Rajoy calificó al Ejecutivo de “máquina de generar incertidumbre” y recordó que hace sólo un día el Gobierno “decía lo contrario” cuando sólo aceptaba una ampliación hasta el 1 de junio.

El portavoz de ERC en el Congreso, Joan Ridao, presumió de haber “arrancado” al PSOE esta ampliación, que beneficiará a “85.000 personas” en Cataluña, si bien desvinculó el acuerdo de las negociaciones sobre los Presupuestos Generales del Estado para 2010.

El portavoz de ICV en el Congreso, Joan Herrera, celebró por su parte que el PSOE haya “rectificado en toda regla” y le animó a pactar los Presupuestos Generales del Estado para 2010 también con las fuerzas de la izquierda.