La Policía Nacional decidió ordenar este dispositivo después de que fuesen publicadas en un medio de la ciudad dos esquelas por José Antonio Primo de Rivera y Francisco Franco Bahamonde.
En la primera de ellas se animaba a asistir a la Misa que se celebraría en la Iglesia Conventual de San Francisco a las 19.30 horas por el fundador de la Falange Española, “asesinado por la intolerancia e incomprensión de la izquierda el 20 de noviembre de 1936”. Este recordatorio fue publicado por la Falange Española de Cádiz.
La del dictador, en cambio, procedía de un grupo de “patriotas españoles”, que instaban a la misma cita, al mismo lugar y a la misma hora. Franco figura como “Caudillo de España”.
Ante un posible enfrentamiento entre los asistentes a esta misa y quienes se acercase para mostrar su rechazo al dictador y al fundador de Falange, la Policía quiso controlar la llegada de personas que pudiese parecer que buscasen esta confrontación. La propia Iglesia Conventual tenía un absoluto y total desconocimiento de la celebración de esta misa con este motivo.