Hola, me llamó ‘Congui’, soy el mejor amigo de Manuel el de la ‘Ica’. Nací en Chiclana y a los pocos días la familia Varo me trajo aquí; igual que les pasara a “Antón” el futbolista y al famosísimo ‘Paquirri’, pero yo, lo mismo que el joven Bryan Gil -ese fenómeno que está revolucionando el mundo futbol- presumo de que soy de Barbate. Que alegría cuando oigo: “¡Gran jugada por la banda del diablillo de Barbate!”. Otra figura como ‘Mori’, Galindo, Riberita…, que lleva a gala el nombre de nuestro pueblo.
Carezco de rabito debido a aquella modita “guillotinesca”, pero me siento recompensado al ser uno más de la familia ‘Ica’. Me encanta jugar con Manuel y Lucía, sus nietecillos, aunque creen que soy como ello, no saben que por mi genética tengo 45 ó 50 años ¡qué perra vida! Por seguridad, lo mismo que ustedes contra el covid-19, me inoculan la vacuna antirrábica. Os agradezco que nos asignaran un día del año y la bendición de San Antón, que hayan creado una rama veterinaria con clínicas, peluquerías y concursos de belleza para canes; utensilios y comidas variadas en tiendas y supermercado, aunque a mí solo me compren pienso especial donde viene una foto parecida a mí -pero me lo ligan con chope-. No me agrada que a muchos compañeros de las razas galgos y podencos, después de haberles hecho disfrutar en las cacerías, les dejen abandonados cuando son viejos. Y por favor, que alguien le diga a Miguel Molina, que esto no es Vejer, para que de los 21 kilómetros de playa deje un espacio para nosotros. No sé si notáis que habiendo tantos chinos y moros en el pueblo ninguno tenga un perrito. Dicen que los chinos nos prefieren en un plato ¡Serán mandarines!, y que según el Corán, somos animales impuros ¡Si Mahoma supiera los “escamondaos” que Encarna me da, pensaría mejor de nosotros! A los “jalufos” ni los huelen, son más de corderos.
Sin menospreciar arañas, serpientes, iguanas o cerdos vietnamitas, somos de las pocas mascotas que dormimos con los dueños. Contribuimos en vuestra sociedad guiando invidentes, descubriendo desaparecidos en las catástrofe, detectando drogas a los traficantes, ayudando a los pastores, jugando con los pequeños… Por suerte, en nuestra nomenclatura de razas FCI no existen Trump, Putin, Saddan, Hitler, Pinochet, Stalin o Videla. Por falta de tirosina o exceso de melanina hay razas con lengua azul, rareza que también existe en vuestra raza real. No soporto los petardos (a los cohetes me refiero). Ni los cartelitos “cuidado con el perro” ¡Ni que fuéramos leones! ¡Ay si pudiéramos hablar cuando nos sacan a pasear de noche para ligarse a la vecina! A mí me viene bien, porque tiene a una perrita que muero por sus olores. Muchos ecologistas no reciclan y bajan las basuras por la mañana ¡Que somos daltónicos, pero no ciegos! No distinguimos verde, azul o rojo, para nosotros blancos, negros o amarillos son iguales sin ningún tipo de discriminación. Sentimos vuestras emociones, por algo nos decían: “la voz de su amo”. Nos comunicamos moviendo el rabito; bueno yo con las orejas.
Mi agradecimiento a las personas que velan por nosotros en refugios y guarderías y a los que considerar a los perros el mejor amigo del hombre. Ya lo decía aquel filósofo que todo lo guardaba “cuando más conozco a los hombre más quiero a mi perro”. Siento mucho que para los carnavaleros sea un año tristón. Ojalá venzamos al covid-19, olvidemos el 2020, según los chinos, el año de la rata, y seamos más felices este año 2021, “Coditos y lengüetazos" para todos.
