Tras cinco días sin agua potable, los técnicos de la Diputación de Málaga trabajan ya en la localidad malagueña de Archidona para hacer un nuevo pozo. El alcalde del municipio, Manuel Sánchez, aseguró que los niveles siguen igual y que el color del agua sigue siendo elevado para el consumo.
Tras los estudios que realiza varias veces al día la empresa Aguas de Archidona, el diputado de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Juan Jesús Bernal, afirmó que los técnicos del ente provincial realizarán un estudio sobre la situación actual de los acuíferos del municipio y comenzarán los informes necesarios para ejecutar un nuevo pozo que abastezca a la zona.
Por su parte, el alcalde aclaró que para ello se van a ayudar de un informe hidrológico hecho por el Ayuntamiento. «Tenemos que evitar que esta situación se repita pero son acciones y soluciones que requieren de al menos dos meses de ejecución», aseguró el munícipe.
En total, más de 8.000 vecinos de la localidad y tres anejos se ven afectados por esta situación que alcanza hoy su quinta jornada. Así, desde el viernes camiones cisternas abastecen a la población por las mañanas desde las nueve hasta las tres de la tarde recorriendo las distintas zonas.
Archidona se abastecía hasta ahora de dos pozos, el de Moya y el de Calderón, siendo en este último donde han surgido los problemas. «El otro suministro del pozo Moya no tiene suficiente caudal para toda la población y es de ahí de donde los efectivos de la empresa están cogiendo el agua para las cubas», aseguró el alcalde.
Antecedentes. Los problemas comenzaron la semana pasada en la pedanía de Salinas. Días después, concretamente el 7 de septiembre, un informe de Salud prohibía a toda la localidad el consumo de agua. El documento enviado por las autoridades sanitarias advertía al Ayuntamiento de que el parámetro del color superaba lo permitido y que el agua no era apta para el consumo. «El límite de color está en 30 mm/l y el agua de Archidona está en 34 mm/l», aclaró la representante de Aguas de Archidona, Tania Pérez.
El problema con el agua se debe fundamentalmente a que el nivel freático ha disminuido debido a la escasez de lluvias de este año. «En estos momentos están los niveles de los dos pozos muy bajos, en 40 y 48 metros de profundidad», explicó Sánchez.
A pesar de todo, el munícipe archidonés insiste en que exceptuando la elaboración de la comida y el consumo, el agua puede utilizarse para el aseo y demás tareas y que no hay ningún tipo de peligro para la salud.