Profesionales médicos de toda la provincia, junto a asociaciones de pacientes y plataformas ciudadanas, se concentraron ayer a las puertas de la de la Delegación Territorial de Salud de la Junta en Cádiz, en la avenida María Auxiliadora, convocados por el Sindicato Médico de Primaria.
Detrás de la pancarta “10 minutos por pacientes”, que abandera sus movilizaciones desde que el pasado 20 de enero iniciaran los paros indefinidos en toda Andalucía, este sindicato joven, de apenas dos meses de vida, recordó que “la huelga en Primaria en España no está solo en Madrid, como quieren señalar algunos”, dado que “el acuerdo no ha sido con nosotros”, precisaba el vicepresidente del nuevo sindicato, Fernando Ramírez, en clara alusión a la desconvocatoria, antes de empezar, de la jornada de paros del Sindicato Médico Andaluz (SMA) tras alcanzar un acuerdo con el SAS. “La huelga sigue. Lo recalco porque somos un sindicato nuevo, que tachan de minoritario, pero es que llevamos dos meses de vida”, resalta. Unas circunstancias que, como dijo, legalmente no exime a la Administración de no sentarse con ellos en su condición de convocante. Al contrario, por ley está “obligada”, tal y como contempla un Real Decreto Ley 17/77 citado por Ramírez.
Sin embargo, la realidad es que desde que iniciaron los paros hace ya casi un mes, el contacto por parte del SAS con esta organización sindical ha sido nulo. Pese a ello, aunque con una estrategia distinta visibilizando el malestar por provincias, la huelga continúa, y van a seguir poniendo el foco en la necesidad de “hacer atractiva” la Atención Primaria para que los facultativos dejen “de huir” de las consultas de familias debido a la sobrecarga de pacientes y las malas condiciones laborales.
“Esto no se soluciona con más plazas en las facultades ni en el MIR. Desde hace años, los médicos no quieren trabajar en Primaria. Tú puedes crear muchas plazas de médicos -prosigue- pero al final el médico tiene otras salidas: o hacen otras especialidades médicas, trabajan en la privada, crean clínicas de estética o se van a otros países. Es la pescadilla que se muerde la cola: no encontramos médicos por las condiciones en las que nos hacen trabajar”, sentencia.