Si Francisco Piniella hubiera optado a la reelección, Casimiro Mantell asegura que no habría formalizado su candidatura a las elecciones al Rectorado de la Universidad de Cádiz (UCA) que se celebran el próximo 16 de noviembre. Pero, una vez que el catedrático en Ingeniería Química, de dilatada y fecunda trayectoria investigadora y docente, supo hace un año y medio del propio Piniella que no se presentaría, Mantell ha mantenido más de 500 reuniones con estudiantes, personal docente e investigador (PDI) y personal técnico, de gestión, de administración y servicios (Ptgas). No en vano, el lema de su candidatura es “La Universidad que te escucha”. Como resultado de este proceso, suma más de 200 propuestas y peticiones que servirán para conformar su programa electoral, que detallará en tan solo unos días.
Mantell ya lo intentó. Precisamente, se midió con Piniella en 2019. Responsable de numerosos cargos institucionales en la UCA durante estos años, la derrota cosechada hace cuatro años no ha cambiado ni un ápice su carácter “protestón” ante los órganos directivos. “La pandemia ha sido un hito extraordinario, es verdad, pero la Universidad ha estado un poco parada”, responde cuando se le pregunta por el balance del rector saliente. Por ello, apuesta “por la renovacion, que entre una bocanada fresco; en términos coloquiales, la Universidad necesita un meneo que reactive la actividad, y pongamos rumbo hacia donde queremos ir”. Para ello plantea tres grandes ejes de actuación. El primero, centrado en el bienestar de la comunidad universitaria, se refiere a cuestiones básicas como que funcione el aire acondicionado. “O no hay o, si hay, no se enciende”, sostiene, aunque las aulas superen los 30 grados. “Tampoco resuelve las necesidades del personal técnico, de gestión, de administración y de servicios la normativa de teletrabajo”, agrega. Y considera que no puede haber solo dos profesionales para ofrecer atención psicológica a 25.000 personas.
En segundo lugar, plantea la necesidad de impulsar la internacionalización. De punto de partida, indica que la UCA ya cuenta con el proyecto de la Universidad Europea de los Mares SEA-EU 2.0. “Hay que integrarlo en todos los niveles formativos”, propone, al tiempo que se fomente la movilidad de estudiantes y docentes. Y considera que es preciso que la UCA proyecte una imagen de universidad internacional. “Hay que reconocer el esfuerzo de los docentes, pero hay que reforzar el inglés porque apenas está presente en las asignaturas”.
Por último, se compromete a modernizar la comunicación y apostar por la digitalización y, lo más urgente, a adaptar la UCA a la nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU), que marcará el futuro de la institución durante años. Por ello, una de sus primeras medidas será acometer la reforma de los Estatutos de la UCA, de manera participativa, para estar listos antes de 2025.
Mantell también es partidario de revisar las necesidades de cada campus. La dispersión la ve una fortaleza, pero plantea abordar los problemas de alojamiento para los estudiantes o la falta de infraestructura deportiva.