El director general de Tráfico, Pere Navarro, aseguró ayer que “no es riguroso” sacar conclusiones sobre la incidencia del aumento de accidentes mortales el pasado fin de semana y la reposición a 120 kilómetros/hora del límite de velocidad, aunque “no deja de ser una señal de alerta”.

En declaraciones a los periodistas antes de pronunciar una conferencia sobre viabilidad urbana, planificación y movilidad en la Universidad Rey Juan Carlos de Aranjuez, reconoció que “el día de más fallecidos en carretera de todo el año” ha coincidido con “el cambio en los límites de velocidad”.

A su juicio, esta coincidencia “nos obliga a todos a estar atentos y a reforzar el mensaje” de que volver a 120 kilómetros/hora no quiere decir que se pueda “volver a correr”, tras lo que pidió un respeto al límite de velocidad.

Navarro agregó en la jornada de ayer que nadie cuestiona la incompatibilidad entre el alcohol y la conducción, el cinturón de seguridad o el casco, pero sí se está “todo el día inmerso en el debate” de si se puede correr más porque los coches y las carreteras son muy buenos.