El presidente de la patronal de hostelería, Antonio de María, y el director técnico de la Federación provincial de Comercio de Cádiz (Fedeco), José Domingo Prieto, han coincidido en señalar que el tipo de turismo que promueve la Semana Santa es más interesante para la ciudad que el del Carnaval desde el punto de vista económico, claro que para que esto sea así se tienen que dar dos premisas imprescindibles, como son la ausencia de precipitaciones y el aviso de temperaturas altas.
La explicación es sencilla. La mayoría de los turistas que deciden venir a Cádiz durante las vacaciones de Semana Santa (unos días de descanso que se disfrutan a nivel nacional, y no como ocurre en Carnaval, por ser una fiesta más bien local) lo hacen buscando la playa, de ahí que la cuota turística en una ciudad como ésta esté ligada al tiempo.
Por otro lado, tanto Antonio de María como José Domingo Prieto destacan que el consumo es mayor en Semana Santa, porque los turistas hacen vida en la ciudad, sin traerse nada de casa.
También consumen más los propios gaditanos, porque el tipo de público que promueve la Semana Santa es mucho más familiar que el del Carnaval.
A esto hay que añadir, que durante la Semana Santa la ciudad no sufre tantos actos vandálicos, porque el comportamiento del público es mucho más comedido, por lo general. Eso sí, también hace falta promocionarla más, porque sigue siendo la desconocida.
La previsión del tiempo, por ahora, es halagüeña
Las costumbres cambian y hoy, a menos de dos semanas para el Domingo de Ramos, los cofrades ya no hacen cábalas mirando al cielo, están pendientes de pantallas de ordenador y de sus móviles porque numerosas webs de servicios meteorológicos extranjeros y nacionales dan las primeras previsiones, a 15 días vista, del tiempo que hará al inicio de la Semana Santa 2013.
Algunos expertos coinciden en señalar que existe la probabilidad de que se instale un anticiclón en las Azores al final de la Semana de Pasión que permitiría disfrutar de las procesiones con algún riesgo de precipitación durante el Viernes de Dolores, Sábado de Pasión y Domingo de Ramos. Este riesgo se reduciría al mínimo desde el Lunes Santo hasta el Domingo de Resurrección.