Desde su llegada a la tacita de plata en la temporada 2016/2017, José Mari se había convertido en un fijo de Cervera, un futbolista que gozaba de la titularidad y nadie dudaba de él.
Tan solo una grave lesión en Zaragoza en su segundo año en el Cádiz CF ha conseguido sacarle de los planes de Cervera. El entrenador llegó a decir que habría preferido perder el partido antes que ver como una figura clave en su sistema se lesionaba.
Sin embargo, este año parece que ha cambiado la situación para el roteño. El gran comienzo de temporada de Bodiger ha relegado a José Mari al banquillo, lugar del que ha partido en los tres primeros encuentros de liga.
Ha disputado 88 minutos en lo que llevamos de temporada, y en los tres encuentros, siempre ha sustituido a Bodiger en el campo.
En el primer encuentro de liga, ante la SD Ponferradina salió en el minuto 78, justo después de que Perea hiciera el 2-1, un cambio que ayudó al equipo a tener más control de la pelota.
En la segunda jornada, saltó al césped de Anduva a falta de 31 minutos para el final. Dos minutos después de que ingresara en el campo, Perea hacía el 0-1 tras una magnífica contra de Salvi.
Ante el Extremadura UD, el roteño entraba al inicio de la segunda parte por la amarilla a Bodiger, y con su garra ayudó al equipo a lograr los tres puntos en un duro partido.
José Mari había formado durante estas tres temporadas una pareja casi inamovible junto a Garrido. Este año su situación ha cambiado, pero siempre que sale al campo da el 100%.
Finaliza contrato en junio del año 2020, por lo que podría negociar con otro equipo a partir de enero si no amplía su vinculación con el submarino amarillo. Arias tiene trabajo por delante. José Mari es una pieza fundamental.
