La dirección de Airbus España lanzó la semana pasada un ultimátum, o más bien una amenaza, a los sindicatos. “Si no hay un acuerdo antes del final de junio” en relación a la fábrica de Puerto Real, la compañía “se verá obligada a tomar una decisión” que tendrá “mayor impacto social que la propuesta que tenemos delante”. Así lo anunció el presidente de Airbus en España, Alberto Gutiérrez, tras lamentar que las negociaciones con el comité de empresa de la planta de Puerto Real están “desafortunadamente estancadas y bloqueadas”.
Pues bien, un día después de dicha fecha límite, es decir, el 1 de julio, este jueves, el citado comité de empresa ha convocado una gran manifestación a las 19:30 horas que partirá desde la Plaza Ingeniero de la Cierva, en Cádiz, hasta llegar a las Puertas de Tierra, hasta la Delegación Territorial de Hacienda. Una manifestación a la que esperan que asistan los todos los trabajadores y gran parte de la ciudadanía porque como indicaron ayer en rueda de prensa, “no es un problema de Airbus Puerto Real, es un problema que atañe a toda la sociedad gaditana”, en referencia al proceso de desindustrialización que viene sufriendo la provincia en las últimas dos décadas.
Juan Manuel Trujillo, presidente del Comité de Empresa de Airbus Puerto Real, tiene claro que precisamente la industria es la que “ofrece garantías en momentos tan complicados como los que hemos atravesado en la pandemia” ya que apuesta “por la formación cualificada y el empleo estable”.
Ayer, en rueda de prensa, Trujillo ofreció en primer lugar, para hacer ver su importancia y su capacidad de adaptación y productividad, un repaso histórico de la industria aeronáutica en la provincia de Cádiz, desde los años 1.927 hasta la actualidad, en la que languidece “por la cancelación del programa del A380”, iniciado en 2003 con la “primera entrega de sus componentes” y al que “tanto le debemos”.
En ese repaso recordó el inicio de la planta en El Trocadero como consecuencia de la ampliación necesaria de las antiguas instalaciones de Construcciones Aeronáuticas, ubicadas en Puntales, en la capital gaditana. Un traslado que coincidió con un contrato fundamental como fue la construcción de los estabilizadores del MD-11 de la empresa. Otro punto de inflexión, según Trujillo, llegó en el año 1.999 cuando el Gobierno decidió entrar en el consorcio europeo y constituir EADS, germen de Airbus. Durante todo este tiempo, la planta de Airbus Puerto Real, y la importancia de su conexión marítima, “ha demostrado su capacidad”, de ahí que apueste por lo que ocurre en otras factorías del grupo que se están reconvirtiendo… “pero a nosotros no se nos da esa oportunidad”.
De hecho, la dirección de Airbus mantiene sobre la mesa el cierre de la misma. La hoja de ruta es el traslado de la actividad al CBC de El Puerto, y el excedente de plantilla a otras plantas en Andalucía, mientras que en Puerto Real, con apoyo de la administración pública, se construiría un centro tecnológico 4.0. Trujillo recuerda que de estas negociaciones no solo dependen los 391 trabajadores de la planta de Puerto Real, sino también los de las empresas auxiliares de la Bahía, “en total hablamos de unos dos mil puestos de trabajo”.
Por eso, apuesta por la hibernación durante unos seis meses como “la mejor herramienta para resistir y que no se pierda la planta” a pesar “de la que está cayendo”. Junto a la hibernación, Trujillo recordó la necesidad del reparto de la carga de trabajo entre todas las plantas Airbus.
La manifestación del jueves también está convocada por la CGT, cuyo delegado sindical en Airbus Puerto Real, Tomás Núñez, dijo compartir muchos de los argumentos de su compañero Juan Trujillo, sobre todo en que “no es un problema solo de El Trocadero”, sino que hay que luchar contra la desindustrialización y la precariedad laboral que conlleva.
Pero sin embargo discrepa en otros aspectos. “Mi sindicato no va a firmar nada que conlleve el cierre de la planta, lo vendan como lo venda, lo vistan como lo vistan”, indicó Núñez porque “el centro 4.0 ya sabemos lo que es, un chiringuito para robar subvenciones que luego no llega a nada” y el suelo ocupado en Puerto Real “debe ser para traer carga de trabajo industrial”.
Además, “los Ertes de larga duración no son la panacea, son solo parches”, de ahí que apueste “por la reducción de jornada y por el reparto de la carga de trabajo”. Y en cuanto a la hibernación, “es dar una patada a las movilizaciones”, las cuales para la CGT es la única manera que tienen de presionar y luchar por el mantenimiento de la planta y del empleo. Unas movilizaciones que regresan este jueves y que espera se trasladen también al resto de plantas de Airbus en España.
