El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de La Línea fue redactado en 1984, por lo que uno de los objetivos que se marcó el actual equipo de Gobierno fue, precisamente, hacer una revisión del plan urbanístico, “porque nos parece que es imprescindible, ya que la ciudad está estancada”.
Así de claro lo ha explicado a FARO el concejal de Impulso y Desarrollo Urbanístico, Juan Carlos Valenzuela, que esta semana ha presentado a técnicos, políticos y ciudadanos, el trabajo realizado por el estudio Urbanismo y Arquitectura López Bermúdez S.L., de Sevilla, que se alzó como adjudicatario del concurso que a finales de pasado año convocó el Ayuntamiento para la redacción de un estudio previo de criterios y objetivos para la revisión del Plan General de Ordenación Urbana. “Antes de lanzarnos a la piscina, ya que conlleva una inversión muy importante, y decidir nosotros solos si era conveniente o no hacer esa revisión del plan, optamos por contratar a un estudio para que nos hiciera un trabajo de asesoramiento previo, que recoge cómo está el plan, cómo se ha desarrollado, qué problemas genera en la ciudad y si sería o no oportuno hacer la revisión del PGOU”.
El informe presentado esta semana es un documento de asesoramiento, no un documento en el que el Ayuntamiento tiene que aportar las soluciones concretas. “ La conclusión principal que se desprende de este estudio previo es que resulta “imprescindible hacer la revisión del Plan General de Ordenación Urbana porque hay muchos problemas en La Línea, urbanísticos, que no se pueden solventar ya con las reglas que tenemos”, afirma Valenzuela.
Conclusiones del estudio
Los técnicos han informado sobre los aspectos fundamentales del desarrollo del plan urbano actual, que tiene más de 30 años. La población ha evolucionado, así como los requerimientos de la sociedad y el plan se han quedado “estancado, obsoleto y es incapaz de dar respuesta a las necesidades urbanísticas”, indica Valenzuela. Añade que, en concreto, “se ha detectado que se ha producido un escaso desarrollo de los espacios libres en comparación con el aumento de la población y del número de viviendas, los equipamientos tampoco han aumentado y numerosos, la mayoría, de los estudios de detalle en suelo urbano no se han desarrollado, en parte por la enorme complejidad y rigurosidad del actual PGOU”.
Son, en definitiva, “problemas que ya no podemos solucionar con las reglas que tenemos”. Áreas concretas Aunque el informe es muy genérico, preguntamos al edil por zonas concretas. Se refiere, entre otras a El Zabal, que ha crecido de manera desmesurada en poco tiempo. Valenzuela cita, asimismo, la zona de la Ciudad Deportiva, “que requerirá darle una vuelta porque es una zona que está infravalorada totalmente”.
Apunta también que la zona de desarrollo urbanístico tendría que venir en el área desde Alcaidesa hasta Sobrevela. Y argumenta que “en el casco urbano hay demasiados vacíos urbanos, es decir, excesivos lugares que no se han desarrollado a consecuencia de la rigidez del plan. Y esto ha provocado, por ejemplo, que la trama viaria no sea ordenada y lógica. Habrá que trabajar para que sea una trama razonable”.
Se prevé también trabajar sobre “aspectos que en los años 80 no se tenían en cuenta, como la movilidad sostenible, las zonas verdes, las ‘smart cities’... todo aquello que ahora está en boga urbanísticamente hablando”.
Según Valenzuela, se localiza un grave problema en lo que se refiere a la zona industrial. “No existe un suelo industrial adecuado, y si no lo tenemos, ¿dónde se van a implantar las empresas?”.
Beneficios
El edil destaca la “enorme” cantidad de beneficios que conllevaría un nuevo PGOU para el “conjunto de la población. “Existe actualmente una gran cantidad de ciudadanos que tienen problemas con sus propiedades y que son irresolubles, bien porque están afectadas por el inventario de bienes protegidos del año 1984, o bien porque sus parcelas están afectadas por el estudio de detalle que nunca llegó a desarrollarse”, indica.
Alude también a mejoras en la trama viaria de la ciudad y en aparcamientos. Pero, lo más importante para Valenzuela, es que “el mismo PGOU funciona como motor económico, porque al implantar nuevas actividades se generan oportunidades de inversión. Si hay empresas que pueden implantarse en La Línea, habrá generación de empleo y de economía”.
Pasos a seguir hacia la revisión del PGOU
A mediados de junio el estudio de arquitectura que tiene la concesión del estudio entregará el documento definitivo. Con el documento en la mano, la Corporación municipal tomará la decisión de arrancar con la revisión del plan o no. “Confío en que pongamos toda la carne en el asador”, dice Valenzuela.
Recuerda, no obstante, que la aprobación definitiva depende de la Junta de Andalucía. “Previamente a la aprobación definitiva tienen que emitirse los informes sectoriales, por parte de las Administraciones pertinentes”. Pero entiendo que en un plazo razonable de tiempo podremos tener un documento definitivo. “Lo queremos dejar todo, al menos encarrillado para que el que llegue se lo encuentre medio hecho”.
100 viviendas a 1.000
n Según el edil de Desarrollo Urbano, el crecimiento irregular de construcciones en El Zabal es uno de los aspectos que se deberán afrontar en un futuro planeamiento. Argumenta que se han pasado de unas 100 construcciones a más de 1.000 en los últimos años. El tema de los accesos a la ciudad y el desarrollo turístico son otros de los aspectos que, según parece, serán primordiales en esa futura revisión de plan que espera iniciar el equipo de Gobierno.