El primer espectáculo, La felicidad en un 2x2, lo presentó la pareja granadina Miguel Moreno y Raquel Petrel. Así, en la mesita cuadrada de su comedor resonaron ritmos con un cuchillo de cocina, que viajaron desde el funk al flamenco, pasando por la salsa y el tango, presentando situaciones cotidianas que arrancaron más de una sonrisa a muchos espectadores que se sintieron reflejados en ellas.
Por su parte, la compañía Álvarez Quintero trajo la historia de Su desconsolada esposa, aunque antes agradeció la asistencia de los más de 800 espectadores. Durante una hora y media en tres actos seguidos, los actores dieron vida al cuento clásico de terror de un muerto resucitado, el entierro prematuro, cuya causa de esta supuesta muerte fue la extrañísima enfermedad de la catalepsia y que tanto sugestionó al escritor romántico Allan Poe, pero en esta ocasión con un toque de gracia andaluza y de humor sureño.
Trans en dance volvió a reunir a un centenar de personas frente a la fachada de la Calle Constitución, mostrando por última vez este verano el espectacular número de danza aérea Gota de Cristal. Como en sus anteriores actuaciones , dejó al público magnetizado por los movimientos suntuosos de un cuerpo simulador del elemento líquido.
Ya en la plaza de Las Bodegas, padres y niños pasaron una hora entre carcajadas con clown inglés Fraser Hooper. Su espectáculo, Strawberry conectó desde el primer instante con el público dando el toque de frescor de la noche cultural. Por último, la Compañía castellana Teatro de la Saca presentó en la Gran Plaza la obra Führer, que homenajeaba a las víctimas del Holocasuto judío.