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Chiclana

Susana Rivas: “Me hubiera encantado tomarme un café con Julio Anguita, un referente”

Susana Rivas, delegada de Cultura y Cooperación Internacional, analiza la política actual

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  • Susana Rivas -

Nacida en Madrid, pero chiclanera de corazón desde hace más de dos décadas, la número dos de Izquierda Unida, Susana Rivas, continúa al frente de la Delegación de Cultura en el Gobierno local, y suma en este nuevo mandato la Delegación de Cooperación Internacional. Cree en el poder de los jóvenes para continuar transformando la sociedad y aboga por fomentar su participación en la acción política a través de herramientas que potencien el espíritu crítico de las próximas generaciones.

¿Cómo llegó la política a su vida?

–En Chiclana, pues más o menos  en 2011, que fue cuando empecé a colaborar con Izquierda Unida, entré de auxiliar en el Ayuntamiento con ellos, me enganché y a raíz de trabajar con los compañeros vas poco a poco haciéndote con todo. Venía de trabajar en un voluntariado en una asociación de Cádiz y estaba reclamando ayudar a la gente, veía que hacía falta hacer política, sobre todo en el lugar en el que vives.


¿En su familia se hablaba de política?

–Se habla como en todos los sitios, aunque mi familia no ha sido muy activa, pero mi inquietud, mis estudios, hice derecho, pero siempre me interesó el periodismo, me ha marcado mucho, y al final, todo acaba vinculado a la política. Siempre he ejercido mis derechos en torno al voto, siempre he querido saber y conocer todo. Cuando llegué a Andalucía hace más de veinte años, igual, permanecía en mí el interés por saber lo que ocurría seguía.  

¿Cómo cree que se tiene que hacer política municipal?

–Estando en la calle y conociendo los problemas de la gente. Al pie del cañón, intentando mantener contacto con los vecinos, colectivos y entidades locales, todo ello de la manera más cercana posible.  Con predisposición a escuchar, pero también a aprender, porque esto no deja de ser un aprendizaje como en cualquier otro ámbito, por lo que es necesario formarse y nunca perder el norte.

¿Tenía prejuicios sobre la política antes de estar inmersa en ella?

–Por lo general, no suelo ser una persona que califique, no me gusta generalizar, tampoco creo que se pueda decir que todos los políticos son de una forma u otra, porque no es así. Lo que hay que hacer es reivindicar el personal político que trabaja, aunque digamos que la política no es un trabajo, pero sí es una gestión como servicio público. Reivindicar que estamos aquí para escuchar y atender de la mejor manera a la ciudadanía, como también se tiene que tener en cuenta que detrás de cada delegación hay un trabajo muy importante, y un compromiso que hace falta poner en valor. 

¿Cree que los jóvenes están más comprometidos ahora con la política?

–Conozco los dos extremos. Me gusta ser realista y un poco optimista, veo jóvenes muy formados en todos los partidos, gente de base muy joven que ya tienen inquietudes y que tratan de aprender, por eso creo que es importante darle a la juventud herramientas  para formarlos en valores y que tenga espíritu crítico, porque veo una parte muy implicada y otra muy desencantada. Hace falta poner en valor esa pedagogía en la gente joven de conocer la verdad para que se involucren, porque las decisiones que se toman hoy, es el futuro de ellos.

¿Cuál es el mejor momento que le ha regalado la política?

–El día a día trae muchos sinsabores, pero también muchas alegrías, por ejemplo,  saber que con ciertos programas o acciones resuelves los problemas de tus vecinos. Poder ayudar a mejorar la vida de la gente, en mi caso, con la programación cultural que es algo que se disfruta mucho y es una delegación muy alegre, aunque siempre intentamos mejorar.

¿Y lo que menos le gusta?

–Que no se valore que es un servicio público, que la política no está para beneficio personal, estamos para el ciudadano.

¿Con qué político se tomaría un café?

–Sin duda, Julio Anguita. Para nosotros sigue siendo un referente. Una persona que supo estar y dejar una huella imborrable.  Demostró con programas que la utopía de la que él hablaba era realizable siempre y cuanto se tengan prioridades, que existían  otras formas de hacer política. En la política estamos para marcar prioridades, y es fundamental para desarrollar la acción política. También me gustaría sentarme a hablar con Pepe Mujica, un político humilde que demostró que se puede ejercer la política y continuar con tu vida normal, seguir al pie del cañón en la calle.

Por último, ¿el mejor consejo de un compañero?

–El de aprender y escuchar. Ser siempre claros y educados, contar la realidad tal cual es, sin confundir. Estamos aquí para dar respuestas. La vida que tienes que convivir con los temas sociales, porque es difícil separar nuestra vida profesional, esa es la realidad que tenemos en la política.

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