Una canasta de Mirotic en el último segundo del encuentro certificó un balsámico triunfo al Real Madrid que dejó al Herbalife Gran Canaria sin premio (74-76) en la jornada en la que se homenajeaba al ex capitán amarillo Jim Moran y en la que Felipe Reyes se convirtió en el decimonoveno jugador que supera los 6.000 puntos en la ACB.
El hispano-balcánico se convirtió en el mejor jugador del partido con 19 puntos, 5 rebotes y 23 de valoración, números que hicieron estériles los esfuerzos de Spencer Nelson (24 puntos y 26 de valoración) y Toolson (otros 16) en el bando local.
La férrea defensa de los amarillos permitió equilibrar el choque en los primeros compases, con un ajustado 7-6 en el ecuador del asalto inicial, merced también a los puntos de Newley y Baéz.
Sin embargo, el acierto exterior de Rudy Fernández y Carroll -que tuvo una calurosa acogida de la que fue su afición en los prolegómenos del choque- catapultó a los blancos con un parcial de 0-8 que permitió sellar el primer cuarto con un cómodo 14-22.
En el segundo periodo, la entrada de Rey y el protagonismo de Nelson volvió a poner las espadas en todo lo alto (21-22), pero un nuevo arreón de 2-9 de los madrileños, con Mirotic y Darden como catalizadores, profundizó la hemorragia en 10 puntos (25-35).
El retorno de Nelson -que acabó con 13 puntos en la primera parte- posibilitó cerrar la última cicatriz anotadora para dejar el electrónico con 34-37 al descanso.
En la reanudación, el físico de los visitantes hizo mella en las acometidas insulares, estirando de nuevo el chicle con los puntos de Slaughter y Suárez (36-45), para después reaparecer Toolson en su faceta de francotirador (50-52).
La profundidad de banquillo del Madrid, conjugado con la acumulación de personales en las filas amarillas, llevó a un nuevo empujón de los pupilos de Pablo Laso (51-61).
A partir de ahí, el encuentro entró en alocado carrusel de triples, en el que el Herbalife fue poco a poco arañando las distancias, hasta que un triple del canterano Óscar Alvarado a 30 segundos para la conclusión llevó a empatar la contienda en un final de infarto.
Sin embargo, un agónico palmeo de Mirotic en el último segundo del choque amargó la fiesta de los amarillos en un encuentro épico.