El Gobierno de Tailandia recurrió ayer al estado de excepción para liberar los dos principales aeropuertos de Bangkok de los miles de manifestantes que ocupan las instalaciones y piden la dimisión del Ejecutivo.
La decisión fue adoptada durante una reunión de urgencia del Gabinete celebrada en la ciudad de Chiang Mai en medio de intensos rumores de un golpe de Estado, confirmó el ministro tailandés de Salud, Chalerm Yoobamrung.
La medida gubernamental no incluye a los tailandeses que acampan en los jardines de la sede del Gobierno de Tailandia desde el pasado 26 de agosto y que han obligado al Ejecutivo a buscarse unas oficinas temporales.
En un discurso televisado, el primer ministro Somchai Wongsawat indicó que la efectivos de la Fuerza Aérea y de la Armada participarán en la operación de desalojo que será responsabilidad de la Policía, con lo que deja fuera al Ejercito, cuyo jefe, el general Paochinda, es contrario a declarar el estado de excepción.
La medida anula algunas libertades civiles, incluida la de asamblea y da poderes a las Fuerzas Armadas para obligar a que se cumpla la ley.
“El estado de excepción regirá temporalmente”, precisó el gobernante del país asiático.
Wongsawat acusó a los manifestantes de mantener secuestrado el país y al pueblo tailandés.
Nada más conocerse la decisión, los responsables de la Alianza del Pueblo para la Democracia, que lidera las protestas, instaron a sus seguidores a la calma, a seguir con la protesta y a no dejarse intimidar por los cuerpos de seguridad.
“Si quieren desalojarnos, que lo intenten. La Alianza protegerá todas sus localizaciones porque estamos ejerciendo nuestro derecho de protestar de forma pacífica sin causar daño a la propiedad estatal ni provocar altercados”, señaló Suriyasai Katasila, uno de los líderes de la plataforma opositora.
El ministro de Salud explicó que la policía intentará primero dialogar con los líderes opositores para que abandonen de forma pacífica los aeródromos.
“Me gustaría que el diálogo triunfase, pero si la negociación fracasa, mejor crucemos los dedos”, manifestó Chalerm Yoobamrung en una teleconferencia, y apuntó que tiene treinta equipos médicos de urgencia preparados para intervenir si es necesario.
El Ejecutivo acordó que sea la policía la responsable de desalojar a los miles de manifestantes que controlan los aeródromos de Suvarnabhumi, el principal del país, y Don Muang, ambos en la capital tailandesa.