Kate Moss ha tenido que cambiar sus planes navideños por una mala resaca. La supermodelo abusó del alcohol y del pavo en navidad, y al día siguiente no pudo tomar el vuelo que le iba a llevar a Tailandia a celebrar el año nuevo. Dado que el avión y el hotel estaban pagados con antelación y no le han devuelto el importe, Kate ha bromeado diciendo que tiene "una resaca de 22.000 euros".

En las fiestas navideñas todo el mundo comete excesos, pero no suelen resultar tan caros como el de Kate Moss. La modelo comió demasiado pavo y postre en Navidad, y sobre todo bebió demasiado alcohol, lo que le causó una resaca que casi le agua el resto de las fiestas.

Según informan fuentes de Contact Music, "después de estar bebiendo champán desde las diez de la mañana, por la tarde (Kate) se encontraba fatal". Tanto, que la modelo se vio obligada a suspender el viaje que tenía planeado a Tailandia para celebrar allí el año nuevo.

"Jamie (su marido) le dijo a Kate que de ninguna manera podía volar a ningún lado", afirma esa misma fuente. A la molestia de quedarse sin viaje se le unía además que los pasajes de avión de primera clase y el hotel ya estaban pagados, y no podían recuperar el dinero.

Pero todo apunta a que la modelo se lo está tomando con humor, ya que ha bromeado diciendo que tiene "una resaca de 22.000 euros", que es la cantidad que había pagado por el viaje.

Parece que lo que en realidad molestó a la ex novia de Pete Doherty fue el quedarse sin planes para Nochevieja, pues según informa el diario Daily Mirror: "Kate estaba desolada y sólo se animó cuando (su marido) Jamie le prometió que viajarían de todas formas".

Así, en vez de salir de viaje el día 26 de diciembre, partieron el 29 rumbo a Tailandia, donde la pareja y Lila Grace, la hija de Kate, disfrutarán de unas vacaciones de primera.