Aunque el grupo de los Talibanes de Paquistán reivindicó ayer en una página web islamista la colocación del artefacto en venganza por la reciente muerte de dos líderes de Al Qaeda en Irak y por la de “mártires musulmanes”.
“No tenemos ni idea de quién ha hecho esto ni de por qué”, reconoció antes del anuncio de los talibanes el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, en una conferencia de prensa convocada en la propia plaza de Times Square pasadas las 02.30 de la madrugada hora local (06.30 GMT).
Bloomberg se encontraba en la noche del sábado en la Gala de Corresponsales ante la Casa Blanca, un acto casi centenario en el que el presidente de Estados Unidos sube al estrado para repasar en clave de humor lo acontecido en el último año.
El alcalde dijo que, con la colaboración ciudadana y la actuación de las autoridades, “hemos evitado lo que podría haber sido un incidente muy mortífero”, ya que “realmente podría haber explotado y haber creado un gran fuego”, lo que habría tenido “un aceptable impacto explosivo”.
Un grupo de trabajo del FBI se ha sumado a las investigaciones emprendidas por la Policía de Nueva York para determinar quién y cómo colocó el material en el interior de un Nissan Pathfinder oscuro aparcado en plena plaza hacia las 18.30 de la tarde (22.30 GMT) del sábado.
Las alarmas saltaron cuando un vendedor ambulante de camisetas –ex veterano de Vietnam, según apuntó Bloomberg– vio salir humo de una caja ubicada en la parte trasera del vehículo y alertó a un oficial.
El hecho de que las matrículas, correspondientes al estado de Connecticut, no coincidieran con el modelo del automóvil hizo que la Policía evacuara y acordonara de inmediato la zona.
Más de ocho horas después la plaza permanecía cerrada entre la Séptima y Octava avenidas y entre las calles 43 y 46, lo que impedía además que cientos de personas pudieran acceder a sus hoteles y ofrecía una imagen muy inusual para una zona que suele estar concurrida las 24 horas del día.
“Hemos tenido mucha suerte”, dijo el alcalde en relación a la rápida reacción del vendedor y de las autoridades policiales.
El vehículo, aparcado en la calle 45 entre la Séptima y Octava avenidas frente a una sucursal de Bank of America, no explotó.
Además, el diario The Daily News apuntaba ayer que se investiga la posibilidad de que el explosivo tenga relación con las amenazas vertidas sobre responsables de la serie de animación South Park, después de que emitieran una caracterización de Mahoma ya que el coche-bomba estaba aparcado también muy cerca del edificio Viacom, la empresa propietaria de Comedy Central, el canal que emite la serie.