El Atlético de Madrid disfrutará esta noche (20.45 horas) de la posibilidad de poner la guinda a su regreso a la Liga de Campeones, doce años después, firmando la primera plaza de un grupo D que se antojaba más complejo cuando se conoció el sorteo y que los rojiblancos han solucionado con una notable vehemencia.

El desafió exigirá al equipo de Aguirre porque deberá igualar el resultado del Liverpool, cuyo compromiso frente al PSV en Anfield hace presagiar un triunfo de los 'reds', y enfrente tendrá a un Marsella enrabietado, que se juega su acceso a la UEFA y sobre todo un ambiente hostil por los incidentes acaecidos en el Calderón.

La primera plaza le permitiría aguardar a su rival de octavos en casa para decidir la eliminatoria y en principio evitar a los 'grandes' de Europa, que se están colando como primeros, pero para ello se antoja prácticamente necesario un triunfo en un estadio que parece un polvorín.

Los incidentes de la ida
Los ultras del Marsella, e incluso su presidente, se han encargado en los días previos de calmar el ambiente ante la visita del Atlético, pero a nadie escapa que la hostilidad hacia los madrileños será importante. De hecho la delegación rojiblanca viajará el mismo día del partido, una medida inusual en Champions, pero que obedece a razones de seguridad.

Aunque el Atlético consiga aislarse del ambiente, también tendrá delante a un equipo con aspiraciones de entrar en la UEFA y que ocupa la segunda plaza en la Liga francesa. Los de Eric Gerets vienen de ganar al Niza (2-1), recuperando moral, según su técnico, pero tampoco son un equipo extraordinariamente fiable en su estadio.
El Liverpool ya se llevó los tres puntos del Velodrome en la competición europea y recientemente han cedido como locales frente al Lorient y el París Saint Germain en la liga francesa. Además, pierden para este partido a una de sus referencias, el delantero senegalés Mamadou Niang, con una fractura en el dedo de su pie derecho.
El Atlético en cambio afronta el partido inmerso en una sobresaliente racha de resultados y es que no pierde desde hace dos meses, cuando entregó el derbi ante el Real Madrid en el último minuto como consecuencia de un penalti transformado por Higüaín en el Calderón.

Su poderío ofensivo le ha hecho subir escalones. De la mano de Forlán, con siete goles en los últimos cuatro partidos, y un recuperado Agüero, tres dianas en dos partidos, el equipo rojiblanco ha revitalizado su figura. Además en Champions sus números son convincentes y también su juego. Tuteó y mereció más ante el Liverpool y ha superado con claridad a los otros dos rivales.