Fue en su día una de las macro-obras a las que se abonó el anterior gobierno local desde el área (entones Gerencia) de Urbanismo, pero desde el principio no convenció a nadie. Tras la regulación del tráfico a través de la instalación de una rotonda en la avenida de México tras la construcción del aparcamiento subterráneo de la plaza del caballo y la reordenación de la circulación rodada desde Martín Ferrador y calle Córdoba, vecinos y comerciantes habían criticado reiteradamente la decisión, como otros muchos ciudadanos afectados por la colocación de una mediana que sensiblemente no agilizaba el tráfico y, lo que es peor, dificultaba la visibilidad para los conductores.
Después de muchas protestas y de muchas reuniones, el Ayuntamiento, esta vez gobernado en solitario por el PSOE, decidió el pasado año eliminar, en principio, parte de la mediana para evitar gastar más presupuesto de lo debido (ya su construcción había costado lo suyo a las arcas municipales), lo que contentó en parte a los afectados. Pero ayer la sorpresa saltaba al comprobar que la Delegación de Infraestructuras del Ayuntamiento había decidido empezar a eliminarla entera. Como informa este periódico en sus páginas interiores, los comerciantes y vecinos han ganado la partida, ya que después de muchos meses de pruebas se ha demostrado que la mediana ni regulaba el tráfico ni agilizaba la circulación, más aún generaba un problema añadido de falta de seguridad. En esta ocasión es necesario felicitar al Ayuntamiento, pese a que el pasado año aseguraba que sólo iba a eliminar los trozos cercanos a los pasos de peatones para reducir el impacto económico de la actuación, pero la decisión de escuchar a quienes conviven diariamente con el peligro, olvidando de esta manera costos adecuados o extraordinarios, ha sido acertada. Lo peor es que el Ayuntamiento con esta actuación se está enmendando la plana a sí mismo. Da lástima que el dinero público se despilfarre de esta forma: un gobierno ordena y ejecuta, y el otro rectifica tras escuchar a los afectados.