El Barça de Pep Guardiola ya está de vacaciones. Eso sí, lo ha hecho después de romper definitivamente la Liga a ritmo de récord y coronarse, a tres jornadas para el final de la primera vuelta, campeón de invierno.

En El Madrigal (1-2), se llevó otro pedazo de campeonato, arrancó un trozo más de ese trofeo de la regularidad que parece tener dueño.

Los azulgranas han ganado la Liga antes de Navidad y ahora sólo pueden perderla, aunque el juego del equipo y las sensaciones que transmite en el campo no inviten a pensar en esa posibilidad.

Los 10 puntos de ventaja sobre el segundo (Sevilla) suponen la mayor renta de la historia en la decimosexta jornada. Ni siquiera el Barça de la primera Liga de Frank Rijkaard (2004-05) puso tanto tierra de por medio (a estas alturas del campeonato le sacaba 9 puntos al Espanyol).

El Barcelona de Pep ha batido además el récord de victorias seguidas en Liga a domicilio (7), que estaba en poder del Madrid de Miguel Muñoz (temporada 1960-61), el único que hasta ahora llevaba 13 triunfos, dos empates y una derrota en las 16 primeras jornadas.

Desde que existe la Liga de 3 puntos, nadie había sumado tantos (41) en los 16 primeros partidos. Los números del nuevo Barça de Guardiola son tan brillantes que ha logrado empatar al Villarreal como mejor equipo de 2008 (74 puntos han sumado ambos).

Y eso que los catalanes arrastraban una dolorosa herencia del pasado, el lastre de la segunda mitad de la temporada anterior, cuando un equipo a la deriva, engullido por la autocomplacencia de sus grandes estrellas, acabó el campeonato a 18 puntos del Real Madrid.

 Por otra parte, el mediocentro canterano Busquets renovó su contrato con el club azulgrana hasta el año 2013 y lo hizo con una cláusula de rescisión de 80 millones de euros, con lo que ambas partes esperan estar vinculadas por mucho tiempo.