La cocina navideña mantiene ciertas similitudes en todo el mundo, ya que es una tradición cristiana que se extendió de la mano de las misiones religiosas a tierras lejanas. Llevando consigo, por supuesto, todas las recetas de la época. El origen europeo de este festejo conllevó a que se usaran en la cocina alimentos disponibles en invierno, así como recetas generosas en calorías que contribuyeran a sobrellevar el frío. Así, el cordero y el lechón al horno, que son de influencia árabe en la cocina navideña, son la base del menú en estas fechas. Por el contrario, es el pavo el principal aporte del nuevo mundo. Como verduras, las acelgas, el repollo, la coliflor y las espinacas son las protagonistas en casi todos los lugares ya que facilitan la digestión de las comidas copiosas. Y como el viejo continente ha sido tierra donde diferentes culturas han dejado su impronta, esto se nota en la gastronomía navideña. Así, en España destacan los dulces de influencia árabe como turrones, polvorones, mantecados, etc. En Italia el dulce típico es el Panettone, en sus pastelerías se venden más de 30 millones de unidades. En Alemania son las galletas de mantequilla las protagonistas. Y el tronco de Navidad en todos los países nórdicos. En el Reino Unido el rey es el ‘Christmas Pudding’, un pesado pastel de frutas muy espeso que se prepara meses antes.
Y en los países hispanoamericanos tienen una Navidad llena de calor, color, ritmo y sabor, donde Papa Noel por el contrario no tiene mas remedio que lucir bañador. Así en Argentina el plato más destacado es el asado criollo. La gastronomía de estas fechas no difiere mucho de la europea debido a la influencia de la colonización de los españoles, italianos y franceses. Además se adereza con ‘chumichurri’, una salsa cuya receta es casi un secreto de estado. En México los festejos comienzan días antes con las ‘Posadas’. Como entrante suelen tomar una ensalada exótica elaborada con ‘nopal’, que es un cactus cocido al carbón, y la pata de cerdo al tamarindo. El menú colombiano se compone de lechón relleno de arroz. En Perú se consume el ‘cuy’, que es un roedor asado con patatas y cebollas. El menú puertorriqueño nace de la necesidad, así aprovechaban para elaborar un pastel de masa de plátano verde, relleno de vísceras de cerdo que sobraba del asado de los amos.