Recuerdo aún, a pesar de los años, la primera vez que oí una frase que resumía el pensamiento del despotismo ilustrado: “todo para el pueblo, pero sin el pueblo”. Una frase que a pesar de contar ya con varios siglos a sus espaldas, es de primerísima actualidad, sobre todo en el Partido Popular. Porque se podría decir que la principal ideología de este nuevo PP de Mariano es el despotismo ilustrado centrista: “todo para el poder y por el poder… pero sin el poder”, no hay que olvidar que Mariano y Arenas Imedio son expertos en perder elecciones. Y es que apenas masticado, ni de lejos digerido, este Annus horribilis del PP, ya están diciendo sus portavoces oficiosos y oficiales que este 2009 será el año del Partido Popular. Hecho que demuestra, hasta qué punto, la lejanía de la realidad y la estancia permanente en mundos muy lejanos, es uno de los rasgos esenciales de los actuales marianistas bien pagaos. El otro rasgo, faltaría más, el peloteo incesante al líder. Sin lugar a dudas la persona que más ejemplifica ese peloteo sin pudor, ese mercadeo sin ética y ese destape de adulación sin estética, es María Dolores de Cospedal, la cual llegará a ser más peligrosa que Javier, si le dejan. Sin embargo, hace pocos días dijo la única verdad imputable a esta política decepcionante como pocas al decir que Mariano era el líder de su partido. Y es verdad, de su partido, pero no del partido que quieren la inmensa mayoría de los votantes y afiliados de siempre al PP y que se sentían muy a gusto en el PP de Aznar, de María San Gil, de Ortega Lara o en el de Esperanza Aguirre. Claro que en la política ya sabemos que las cosas, muchas veces, no son lo que parecen, y lo que hoy es blanco mañana puede ser negro tiniebla y aquí no ha pasado nada. Si no que se lo pregunten a Gallardón, el cual fue rescatado por Aznar cuando estaba al borde de la quiebra política, después de que José Mari fuese cautivado por esas encuestas arriolistas donde sin Gallardón el diluvio socialista era inevitable en Madrid. Y, encima, le confió a la mujer como adosado. ¡Quién se acordaba ya cuando Gallardón, mano a mano con Polanco, quiso quitarle la victoria lograda democráticamente ante Felipe en 1996! Yo no sé si el 2009 será el año del PP, realmente lo dudo mucho. Pero Mariano debería de saber que el pecado original no se borra con el silencio fingido y el olvido forzado, sino que se borra con el diluvio. Un diluvio donde en el arca del PP estén todos sus votantes, y algunos dirigentes. Pero fuera queden Rajoy, el primero, Arenas, el primero también, Cospedal, la primera y Soraya, la segunda.