En su edición digital, El Mundo hace referencia a la noticia de que el Tribunal Supremo anuló el pasado 13 de diciembre el incremento de edificablidad que el entonces alcalde socialista de Estepona, Antonio Barrientos se sacó de la manga para facilitar la ampliación del lujoso hotel H10 Estepona Palace.
La denuncia, que en su día no prosperó ante el Tribunal Superior de Justicia andaluz (TSJA) ahora ha tenido su aprobación en la máxima instancia y coloca a este emplazamiento hostelero a merced del deseo de los vecinos, que desde 2006 lucharon contra esta irregularidad cometida por la promotora Maresto S.A y la connivencia municipal.
Según publica el rotativo, el futuro de esa parte "ilegal" del edificio podría incluso llegar a ser demolida. Todo ello por un crecimiento que no estaba incluído en sus primeros planos y que no contemplaba dos plantas más y un aumento considerable de 152 habitaciones a 355. Además de la absorción de equipamiento público, verde y deportivo, y la eliminación, en un principio, el acceso a la playa a cualquier vecino, circunstancia que luego fue restituida para salir del paso con una angosta escalera.
Fuentes consultadas por El Mundo sobre el caso, sostienen que en la no muy profusa historia de este tipo de casos en la Costa del Sol, sería más que probable la indemnización de los promotores de la obra para con sus damnificados, los inquilinos de la comunidad de propietarios Riviera Andaluza, unos 200 afectados, que dejarán de sufrir en silencio esa negación del sol y las vistas por deseo expreso de su ex alcalde.
Haciendo historia, el periódico recuerda que este alojamiento de cuatro estrellas estuvo rodeada de sombras en la época previa a su puesta de largo del 18 de junio de 2006. Entonces el regidor socialista también fue acusado de haber recibido "donaciones" entre noviembre y diciembre de 2004 de los constructores de esta ampliación y ello luego pudo relacionarse con la consecución de la aprobación de la modificación puntual de elementos del PGOU para el caso, en otro episodio más de la antología del pelotazo urbanístico de aquellos días.
La cosa llegó a ser tan escandalosa que a los papeles saltaron varias llamadas a filas de la propia dirección provincial del partido socialista en los desmanes del, a la postre, alcalde imputado por corrupción. Además se conoció que hasta seis veces fue denegado este aumento de edificabilidad por parte del entonces delegado de Obras Públicas de la Junta de Andalucía, José María Ruiz Povedano. Pese a estos impedimentos, Barrientos declaró expedito el camino de la inauguración del hotel tras hacer leves reformas en los accesos a la playa.
Ahora el despacho de abogados Balms, que defiende la causa de los vecinos, celebra la noticia y espera con satisfacción que el Contencioso Administrativo que mantienen por la "licencia ilegal" en los juzgados de Málaga también sea tumbado al hilo de esta sentencia.