Cuando aún no ha dado tiempo de recuperarse de las emociones vividas el pasado domingo, con
la Virgen del Rocío recorriendo las abarrotadas y engalanadas calles de Almonte, los rocieros ya cuentan las horas para vivir este domingo otro momento histórico:
el traslado de la Blanca Paloma a su Santuario en la aldea de El Rocío.
Será con dos años de retraso, porque la pandemia lo trastocó todo, por ello hay más ganas que nunca de vivir estos momentos junto a la Virgen del Rocío, que
desde este martes ya luce vestida de Pastora, contando las horas para regresar a su templo. Lo hará tras 33 meses en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y a hombros de los almonteños.
Según ha indicado la Hermandad Matriz de Almonte a través de su Facebook, la Blanca Paloma
viste el traje que ya luciera en su llegada a Almonte en agosto de 2019. La saya está confeccionada a partir de un antiguo manto, datado en el siglo XVIII, cuyo brocado de seda está enriquecido con piedras naturales semipreciosas, canutillos y lentejuelas de oro. La característica más singular de la esclavina, donde luce un broche en el cuello, es la utilización del tono rosa empolvado.
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La Matriz explica que e
l tejido del manto fue realizado exprofeso para la Virgen del Rocío, cuya seda está tintada en uno de los tonos de la saya por un maestro tintorero en Milán. El conjunto completo fue donado por hijos de Almonte y realizado bajo la dirección de José Manuel Vega Morales.
Además,
el sombrero es de copa alta, hecho a mano en Panamá natural. El ala del sombrero está confeccionada con un brocado del siglo XVIII, bordado al estilo de la esclavina, con olivinas incrustadas en cabujón de oro.
Por su parte,
el Pastorcito va vestido de Rey, “rememorando estampas de antaño”, con un traje confeccionado en un brocado del siglo XVIII, enriquecido con oro, seda, piedras naturales, talcos y piezas bordadas en oro. Se trata de un regalo de la Asociación de Vecinos de El Rocío en 2020.
Al amanecer del próximo domingo,
la Virgen será cubierta con un guardapolvo por las hermanas camaristas, en el Alto del Molinillo del Chaparral, para emprender su traslado hasta la aldea por el camino de Los Llanos a hombros de los almonteños. Al atardecer llegará al Rocío, donde una semana después comenzará la romería del reencuentro, el Rocío de la pospandemia.