La capital cuenta al fin con un nuevo PGOU que deberá hacer realidad las promesas de inversiones y de crecimiento a las que aspira
Doce años ha tardado Jaén en tener un nuevo PGOU, desde aquella primera aprobación provisional de 2006 con Miguel Sánchez de Alcázar de alcalde y Manuel Peragón de concejal de Urbanismo. Aún se recogía en aquel documento el aeropuerto en Las Infantas. Sin duda, otros tiempos. Más de una década para definir un modelo de ciudad es casi la mitad del tiempo de vigencia del propio PGOU: mucho, en cualquier caso. Sin embargo, bienvenido sea al fin este Plan Márquez, ya que con sus aciertos y errores, hará que la capital deje de estar encorsetada urbanísticamente y las inversiones futuras no deberán esperar largas modificaciones puntuales de un viejísimo PGOU, que tantas veces ha espantado a los empresarios e inversores. El nuevo documento, más que por lo ambicioso que sea, revitalizará la economía jienense y generará empleo en la ciudad que lleva muchos años rondando los 12.000 parados, una cifra muy alta que difícilmente puede mover el sector servicios si otros sectores no se suman al nuevo empuje. Jaén tiene al fin un documento con el que crecer y atraer esas inversiones tan necesarias. Habrá que ver ahora, cuánto de este nuevo PGOU se lleva a cabo y si se hace en los veintes años de vigencia que debería tener.