Cogió las riendas del sindicato UGT en Andalucía en enero de 2014, quizá el momento más convulso por el que ha atravesado en su reciente historia la principal organización sindical de la comunidad. Dos años después, Carmen Castilla Álvarez (Écija, Sevilla, 1968) se dispone a consolidar su liderazgo interno en el que va a ser su primer congreso regional, del 7 al 9 de abril.
Pero antes, del 9 al 12 de marzo, se celebrará el congreso confederal de UGT en el que el nombre de Carmen Castilla ha sonado para sustituir al ‘jienense’ Cándido Méndez, que deja su puesto tras 22 años en el cargo. “Yo no estoy en esa carrera, dije que estaba a disposición del sindicato y se me interpretó mal; llevo solo dos años en Andalucía, donde creo que hemos hecho un trabajo duro de reestructuración interna, y, por tanto, creo que me queda mucho tiempo en Andalucía”, señala Castilla, tras recordar que las seis federaciones que el sindicado tiene en Andalucía (que ahora se refundirán en tres) le han pedido que siga al frente de la secretaría regional. De su futura Ejecutiva regional no quiere avanzar nombres hasta que hable con todas las federaciones, pero ya anticipa lo que le va a pedir a los miembros de su equipo: “Deben saber que deberán estar a disposición del sindicato las 24 horas del día”.
Carmen Castilla valora la gestión llevada a cabo por Cándido Méndez en las más de dos décadas que ha estado al frente del sindicato a nivel confederal. “Entró en un momento complicado y ha hecho muy buen trabajo, creo que ha sido un hombre valiente que ha llevado al sindicato a cotas muy elevadas”. Destaca, no obstante, que el sindicato haya limitado a tres mandatos el tiempo de permanencia en la dirección del sindicato, aunque admite que ella la habría rebajado a dos mandatos (ocho años).
Pero, ya en clave provincial, Carmen Castilla elogia la labor llevada a cabo por el secretario provincial de UGT, Manuel Salazar, a quien avala para que siga en su cargo en el próximo congreso provincial. “Me gustaría que siguiera como secretario provincial, es uno de los mejores líderes provinciales que tenemos y que mejor ha asumido la nueva estrategia del sindicato”.
La dirigente ugetista valora los resultados obtenidos por UGT en la provincia, con niveles de representatividad por encima del 50% en la construcción o del 45% en transportes. Y todo, subraya, en un contexto de crisis económica, donde se han perdido en torno al 30% de delegados sindicales por el cierre de empresas. Unos resultados, los de Jaén, que han contribuido, dice Castilla, al incremento de la afiliación en UGT-A, que cerró 2015 con 9.000 afiliados más para un total de 160.000 en toda la comunidad, 15.000 de ellos en Jaén.
La secretaria general de UGT-A ha tenido la tarea en estos dos años de lavar la imagen del sindicato tras la irrupción de los casos de los ERE y de la formación, que puso bajo la lupa a anteriores dirigentes. Pero sigue pensando que el trato recibido ha sido desproporcionado: “Se nos ha hecho un juicio sumarísimo, y se nos ha atacado de forma descomunal”. Además, defiende el derecho a la presunción de inocencia al recordar que “hasta el momento ningún compañero ha sido declarado culpable”. Y sobre la comisión de investigación que va a comenzar a funcionar en el Parlamento Andaluz, Carmen Castilla dice esperar que “no sea un circo mediático y se ponga blanco sobre negro”.
Pese a la situación de normalidad interna que predica Castilla, la UGT-A tiene todavía sobre la mesa la losa de los 15,6 millones de euros que le reclama la Junta de Andalucía por los expedientes de reintegro en los cursos de formación, algo que mermado la salud financiera del sindicato. “Claro que nos está afectando”, reconoce Castilla, que recalca, en todo caso, que el sindicato “se financia exclusivamente con las cuotas de los afiliados. Esa situación ha llevado al sindicato a tomar medidas de austeridad, como pasar de dos a una sola sede en Andalucía.
En los Desayunos de VIVA JAÉN, Carmen Castilla no oculta su preocupación por el incierto panorama político en el Gobierno de la nación. “Es una situación negativa especialmente por la parálisis de las políticas de activas de empleo y los programas de formación”, dice. Respecto a las posibilidades de formar Gobierno, Castilla se muestra confiada en que pueda hacerse realidad en la segunda votación, prevista para el 5 de marzo, pero siempre a través de “una confluencia de partidos de izquierda”.
Y es que, la dirigente regional de UGT recela del acuerdo anunciado entre PSOE y Ciudadanos por, entre otros motivos, no contemplar la derogación de la Reforma Laboral o la llamada ‘ley mordaza’. También se muestra en contra de la supresión de las Diputaciones provinciales: “El papel que hacen ahora quién lo iba a hacer, sería una medida con unas consecuencias muy negativas para el medio rural y también para el empleo público”.
Crisis de UPA
Más de 10.000 afiliados de UGT-A corresponden a miembros, a su vez, de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), que tiene una crisis interna abierta en canal tras la decisión de la dirección federal de expulsar a su dirigente andaluz, el jienense Agustín Rodríguez, y hacerse con el control de la organización en Andalucía. Castilla, que habla de la UPA-A como una “organización independiente dentro de UGT”, desvela que intentó mediar entre las dos partes enfrentadas en reuniones con una gran tensión y que acabaron sin éxito.
Pero cuando se le pregunta a quién reconocen ahora como interlocutor, Carmen Castilla se ampara en la estructura jerárquica de la organización: “UPA federal nos dice que se ha expulsado a Agustín Rodríguez”, dice, sin más. Aunque el conflicto entre UPA federal y regional se dirime en los tribunales, la secretaria general de UGT-A apela al entendimiento previo entre las partes: “Espero que impere el sentido común para que haya una solución”.
Carmen Castilla tampoco elude referirse a la situación de los extrabajadores de Primayor (antigua Cárnicas Molina), de donde salieron, primero, Juan Lanzas ‘el conseguidor’ y, también, Manuel López, uno de los dos detenidos recientemente acusado de supuesta apropiación indebida de 100.000 euros pertenecientes a la asociación de antiguos empleados. Castilla lanza un reproche “moral y ético” a esas conductas y advierte de que “si se demuestra la imputación de cualquier delito, la UGT será la primera que persone y exija responsabilidades penales”. En todo caso, la Junta de Andalucía todavía no ha aclarado si los 100.000 euros en poder de los dos detenidos pertenecían a alguna subvención oficial.
Carmen Castilla aboga también por el cambio de modelo productivo, no solo en Andalucía sino también en Jaén. Un cambio, dice, que debe estar ligado a la investigación y al desarrollo. “No podemos seguir viviendo de los sectores tradicionales sin darle una respuesta estructural”, dice Castilla, para quien esa reflexión no significa acabar, de inmediato, con el PER o el subsidio agrario. “Debe ser algo transitorio”, apunta.