Los vecinos de La Constancia afrontan la llegada de un nuevo invierno con la prometida rehabilitación de sus viviendas aún pendiente de inicio y con filtraciones de agua que generan gran incertidumbre teniendo en cuenta los precedentes que existen de desplome de falsos techos y elementos de las fachadas.
Loli Dueñas, de la asociación de vecinos de la barriada, advierte de que los bloques “ya no aguantan más” y se muestra esperanzada en que “antes de final de año” aparezcan los primeros andamios para iniciar así la comprometida rehabilitación de 17 edificios.
De momento, la realidad es que “se ha venido encima el invierno, las aguas traen muy malas ideas y los bloques siguen estando igual que estaban”, por lo que “a lo mejor están esperando a que se caigan” para empezar las obras proyectadas.
A la espera de que se inicien los trabajos, los vecinos lamentan además no tener noticia alguna del programa de realojos que se va a llevar a cabo durante la ejecución de las obras.
“No sabemos qué familias tendrán que salir de su casa, ni cuándo, ni a dónde irán”, asegura Loli Dueñas, que advierte del lógico “trastorno” que todo ello provoca en el seno de un vecindario que lleva años reclamando soluciones para sus problemas de vivienda.
El Ayuntamiento estimó a finales de agosto que las obras implicarían el desalojo de 18 familias, contemplándose en el convenio suscrito entre el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Jerez que el coste de los realojos sería asumido por la primera de estas administraciones.
El proceso avanza, pero con lentitud
La Delegación Territorial de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio de la Junta en Cádiz ya publicó hace apenas un mes la relación de comunidades de propietarios solicitantes de las ayudas de la primera fase de rehabilitación integral de La Constancia, que se promueve dentro del programa ARRU (Área de Regeneración y Renovación Urbana).
Formalmente es el último paso que se ha dado en un procedimiento que se está prolongando en el tiempo más de lo que hubiera sido deseable, para desesperación de los vecinos afectados.
