Cáritas Diocesana ha presentado este viernes su memoria de actividad 2021, segundo desde que estalló la pandemia de la Covid-19. La entidad ha vuelto a
multiplicar sus esfuerzos como en 2020 porque,
a pesar de una leve disminución de las demandas de ayuda, las respuestas son integrales, se dilatan en el tiempo y, por consiguiente, tienen un mayor coste, lo que pone de relieve
la cronificación de la pobreza. Han estado presentes monseñor José Rico Pavés, obispo de la Diócesis de Asidonia-Jerez, Juan Pérez, director de Cáritas Diocesana y Manuel Pareja y Mila Díaz, secretario general y coordinadora general de Cáritas respectivamente.
Los resultados de esta memoria se enmarcan en un año especialmente complicado, ya que, tal y
como indica el informe FOESSA sobre “Exclusión y desarrollo social en Andalucía”, la crisis por la Covid-19 ha provocado
un “shock sin precedentes” en la cohesión social. De este modo,
la exclusión en Andalucía ha aumentado más de un 36%, ya que,en 2021 algo más de 2,2 millones de personas (el 26,3% de la población andaluza) se encontraban en situación de exclusión social. De ellas, la mitad, se encuentra en una situación de exclusión severa; y de estas, casi 475 mil personas están en una situación aún más crítica, es la denominada sociedad expulsada.
El Informe realizado por la Fundación FOESSA constata, además, que la
brecha causada por la circunstancia de género, la de nacionalidad extranjera y la de edadse han hecho más profundas desde el inicio de la crisis. De este modo,
la exclusión afecta al 37% de los hogares cuya persona sustentadora principal es una mujer, frente al 22% donde esa figura es un hombre. Además,
uno de cada cuatro jóvenes menores de 30 años está afectado por procesos de exclusión socialy el
72% de los hogares encabezados por una persona de origen extranjero se encuentran en situación de
exclusión.
En 2021 también
se ha producido un empeoramiento de las condiciones de trabajo que genera más trabajadores pobres y menos realizados personal y socialmente. La precariedad alcanza a casi 320.000 hogares (9,8%) que dependen económicamente de una persona que sufre inestabilidad laboral grave y esto genera una peligrosa
tendencia a la cronificación de la situación de desempleo.
Los perfiles más afectados en el ámbito del empleo han sido los jóvenes, adultos entre 45 a 65 años, personas de origen inmigrante y personas en situación de exclusión social, ya que el sistema laboral actual solo les permite el acceso a empleos en sectores no cualificados, en empleos temporales y precarios, con mayor exposición a la enfermedad durante la pandemia y con mayor proporción de despidos.
Además del empleo, la
vivienda y la salud son otros grandes motores de la exclusión en Andalucía. En cuanto a la
salud, más de 475 mil hogares (14,7%) sufren falta de acceso a medicamentos o tratamientos por problemas económicos. En relación a la vivienda, el informe revela que la combinación entre altos precios y bajos o inestables ingresos hacen que algo
más de 400 mil familias (12,4%), una vez realizado el pago del alquiler o la hipoteca, queden en situación de pobreza severa.
Finalmente, cabe destacar que una de las huellas más significativas de la pandemia ha sido la
brecha digital, que afecta a 3 de cada 10 hogares andaluces y a casi la mitad de los hogares en situación de exclusión. La falta de conocimiento y medios tecnológicos ha generado una brecha que afecta a casi la mitad de los hogares que están en situación de exclusión.
Nuestra acción en la Diócesis
Durante el pasado año,
Cáritas Diocesana acompañó a 20.152 personas. Del total de personas beneficiarias,
8.339 pertenecen al término municipal de Jerez. En cuanto al
perfil mayoritario de las personas acompañadas, se observa que son mujeres (69%), de nacionalidad española (85%), de entre 45 a 64 años (45%) y que forman parte de un hogar formado por una pareja con hijos (41%).
En relación a las
principales respuestas que ha ofrecido la entidad, las encabezan la acogida, escucha y acompañamiento, que se ofrece al 100% de las personas que llaman a la puerta de Cáritas, seguido de las necesidades básicas (86%), el empleo y la formación (40%), así comolos gastos asociados a la vivienda y el pago de suministros (16%) y finalmente la salud (11%).
Durante el año 2021, Cáritas continuó apostando por poner en marcha acciones para lograr la inserción laboral. De este modo,
desde el programa de Empleo, se acompañó a 472 personas en orientación laboral, a 201 a nivel de intermediación y 160 personas participaron en 10 acciones formativas y 72 formaciones en el puesto de trabajo. Esta inversión en el ámbito del empleo obtuvo como resultado
la inserción laboral del 19% de las personas acompañadas por Cáritas.
En relación al impulso de la Economía Social, a través de la empresa de inserción constituida por Cáritas Diocesana,
Casa Común S.L.U, en 2021contó con 1 taller de restauración de muebles, 1 nave de tratamiento textil, 2 tiendas Moda re- y se puso en marcha una nueva marca de reciclaje creativo denominada Fantoche. En el ámbito del reciclaje textil, se recogieron 329 toneladas de ropa de 83 puntos de recogidaubicados en la Diócesis.La acción de la empresa se tradujo también el pasado año en
12 contratos de inserción a personas que están siendo acompañadas por Cáritas Diocesana.
En cuanto a los proyectos de continuidad, desde el programa de
Mayores se atendió a 69 personas, en los de
Mujer y Familia a 163 personas, a través del programa de
Infancia y Juventud trabajamos con 195 menores y se acompañó a
66 personas sin techo desde el Centro de Día “El Salvador” y a
222 personas en situación de infravivienda. Esto fue posible gracias a la
valiosa colaboración de 576 personas voluntarias, 219 hombres y 344 mujeres, y de 104 empresas y entidades colaboradoras.
En cuanto a los datos económicos, Cáritas Diocesana de Asidonia-Jerez
invirtió en 2021 un total de
3.050.217 euros en el desarrollo de su acción. Del total invertido,
el 58% se destinó a acogida y asistencia de necesidades básicas(alimentación, gastos asociados a la vivienda, suministros, salud…)
seguido por el 21% dirigido a la puesta en marcha de acciones
para el empleo y la formación. Las cifras de las principales fuentes de financiación durante 2021ponen de relieve que la entidad contó con la
aportación de 915 socios y donantes, lo que representa un 33% del total, superando el millón de euros. También se observa que
aumentaron las colectas respecto al 2020 un 17%, superando los 350.000 euros, y que
se han incrementado las subvenciones públicas por las ayudas extraordinarias de diferentes Administraciones con motivo de la pandemia de la Covid-19.