Este jueves los taxistas jerezanos realizaban
un paro de dos horas, de diez de la mañana a doce del mediodía, en apoyo a los compañeros que han estado en Bruselas y en Sevilla a modo de protesta por el decreto ley de la Junta de Andalucía que permitiría a los
VTC (Vehículos de Transporte con Conductor)
operar dentro de las ciudades a partir del 1 de octubre.
Este paro de dos horas “era
lo menos que podíamos hacer”, como comentaba Ezequiel Cortés, sectretario de la Asociación Teletaxi, que aseguraba que “hemos dejado
unos servicios mínimos para atender a la ciudadanía” consistentes en el servicio de aeropuerto y otros 80 coches de las 178 licencias que existen en la ciudad.
En el caso de Bruselas se pide que “
se depuren responsabilidades después de que un diario británico levantase papeles de Uber en los que se ve cómo han comprado voluntades políticas para desprestigiar al taxi”. Y en Sevilla “le pedimos a la Junta de Andalucía que
nos garanticen un futuro al sector del taxi. Pedimos que se cumplen las leyes de
una licencia de VTC por cada 30 de taxis. Ahora mismo estamos en una licencia por cada cinco de taxis. También la
precontratación, creemos que hay que estimar un tiempo de precontratación que no se está haciendo. Y la
prohibición de hacer servicios urbanos, ya que tienen licencia para hacer servicios interurbanos. Esa es la lucha que tenemos”.
El taxi lleva ya tiempo “en esta lucha” y aseguran estar “
decepcionados porque las adminstraciones públicas
no apuestan por nosotros ni se pronuncian. No paran de pasarse la pelota sin hacer nada. Y al final
los perjudicados somos nosotros”.
“Lo que tenemos que hacer es sentarnos y buscar
una regulación justa para los dos sectores”, añadía Cortés, “siempre reivindicando que
se cumplan las leyes. Son leyes que vienen a nivel europeo y es lo que pedimos”. Y aprovechaban para recordarle a la ciudadanía que “
somos autónomos y tributamos en España, al contrario de estas empresa que vienen de fuera. Nosotros pagamos aquí nuestros impuestos”.
Con este paro quieren “forzar, porque
estamos en un momento límite. La Junta tiene la sartén por el mango. Quedan días para que decida y lo que nos han trasladado no nos termina de convencer. Esperemos que piensen en que
somos un servicio público y de interés social”.