Nueve meses después de detectarse las deficiencias en el edificio María Cristina, los obreros comenzaron ayer a retirar la parte afectada de la fachada, como consecuencia del acuerdo de última hora que las partes implicadas en la construcción del inmueble alcanzaron en la noche del pasado martes.

A primera hora de la mañana, responsables de la empresa constructora Corsan Corvian, de la promotora (participada por Somixur y Aldía), así como jefes y responsables de obra, firmaron el acta del inicio de los trabajos.

Durante la mañana se realizaron trabajos previos para garantizar la seguridad de los alrededores durante el desmontaje de la fachada, parte de la obra que se comenzó en la mitad del día y que continuó el resto de la jornada.

El desmontaje de la fachada centrará la primera fase de la actuación sobre el edificio, consistente en demoler aquellas partes de la estructura del edificio que se encuentran en riesgo de derrumbe, tal y como se desprendió de las catas que realizó en su día Vorsevi, la empresa encargada del control de calidad.

Una segunda y tercera fase se centrará ya en analizar posibles deterioros que existan en otros puntos de la manzana y actuar sobre los mismos, con el objetivo de que la situación que ha venido arrastrando el edificio durante cerca de un año no se vuelva a repetir.

Según señaló ayer el jefe de obras, Sergio Hiraldo, a este diario, los trabajos están consistiendo en el desmontaje manual de las partes de la fachada que se encuentran deterioradas, así como el revestimiento de la estructura con una capa de poliuretano, que sirve de aislante térmico.

Igualmente, se está revisando la estructura de forjada de la planta, que es el origen de las deficiencias que provocaron la intervención sobre la fachada, que mantiene cortada al tráfico durante cerca de un año una arteria principal de la ciudad, y que tiene a los vecinos de las viviendas durante dos meses realojados.

El delegado de Urbanismo, Diego Sánchez Rull, informó también ayer en la Gerencia Municipal acerca del inicio de las obras. Rull indicó que, “pese a lo aparatoso del andamiaje, el edificio no sufre ningún daño de tipo estructural, pero había que evitar que pudieran caer ladrillos a la vía pública, con el consiguiente peligro para viandantes y vehículos que circulasen por la céntrica avenida Blas Infante”.

La mayor parte del coste de las obras, que representa un presupuesto de 600.000 euros, lo va a asumir la empresa constructora (Corsan Corvian). Otra parte la va a asumir el seguro de arquitecto que diseñó el edificio y Somixur (participada por el Ayuntamiento y Aldia) va a asumir una cantidad que oscila entre el 10 y el 15%.

Reapertura
Uno de los objetivos del inicio de las obras es la reapertura al tráfico de la prolongación de la avenida Blas Infante, una vía principal de la ciudad obstruida por la colocación de andamios en el edificio María Cristina, con el objetivo de evitar el derrumbamiento de parte de la fachada.

En este sentido, el delegado de Urbanismo, Diego Sánchez Rull, aseguró ayer que la vía se podrá reabrir al tráfico en un plazo de un mes y medio. Esta reapertura se logrará mediante la retirada del contraandamiaje, una medida que se llevará a cabo una vez que se desmonte la fachada. Sánchez Rull pidió ayer disculpas a los vecinos “por los perjuicios causados durante tantos meses”.