Dos de los cuatro policías locales acusados de sendos delitos de lesiones y contra las libertades de los ciudadanos en su ejercicio de funciones como agentes del orden público quedaron libres de cargos al retirar la acusación particular su petición de cinco años de cárcel para cada uno de ellos a la vista de los testimonios escuchados durante la vista oral.
El abogado de uno de los presuntos agredidos, J.C.N.P., reconocía, de este modo, que no había indicios suficientes para acusar a E.R.S. y J.J.P.M. El primero de ellos había alegado que acudió de paisano a socorrer a otro agente, el cual había sido supuestamente agredido por el hombre que llevaba la bandera del Real Madrid sobre el vehículo mixto en el día que el equipo blanco ganó la Liga de Campeones de 2002. El segundo también se incorporó a posteriori en la pelea y ninguno de los testigos lo identificó como presunto agresor.
No obstante, la acusación particular mantiene los cargos y la solicitud de cinco años de cárcel para el ex jefe de la Policía Local, D.I.G., y J.D.D.M.B., que habían sido señalados por algunos de los testigos, aunque de manera imprecisa, como autores de las lesiones a J.J.P.M., que acabó en el hospital, lo mismo que tres de los agentes.
El segundo día de vista oral se centró en los testimonios de personas que se encontraban entre la multitud celebrando el título del Real Madrid aquella noche. Algunos de ellos eran familiares y conocidos de los hinchas supuestamente golpeados y otros estaban supuestamente dentro de la furgoneta.
Las contradicciones en los testimonios fueron flagrantes en algunos casos. Uno de los mismos, que afirmó estar dentro del coche, afirmó que fue la Policía quien les sacó a la fuerza del mismo, mientras el siguiente, que ayer dijo estar dentro, también, de la furgoneta, aseveraba que habían parado cuando A.M.M. se subió con la bandera y que, como la Policía, le estaban pidiendo que bajase.
Este último testigo contradijo también lo que había afirmado inicialmente en el Juzgado de Instrucción de La Línea acerca de que estaba con el resto de la gente acompañando a la furgoneta, pero no en su interior.
El segundo testigo no dudó en señalar a D.I.G. y J.D.D.M.B. como autores de las agresiones, y a uno de los absueltos, J.J.P.M., por haber golpeado al denunciante en la puerta del Ayuntamiento junto con otros agentes. También negó que la vida de los policías corriese peligro por lanzamiento de piedras, botellas o vasos, como mantiene la parte policial.
También testificó una persona con vínculo familiar con el ex concejal Manuel Aguilera, que también estuvo imputado, en un primer momento, por este caso, afirmando que estaba en el balcón de su casa y que vio cómo los policías pedían en reiteradas ocasiones a A.M.M. que bajase del capó de la furgoneta, contestando éste con una actitud chulesca y obscena. Al mismo tiempo, afirmó que volaban botellas y vasos.
Otra testigo, en este caso de la acusación particular, afirmaba que había visto a D.I.G bajar a A.M.M. de la furgoneta, y que después J.D.D.M.B. le golpeó, aunque después se contradijo en estas últimas informaciones, motivando una respuesta de asombro entre los propios magistrados y los abogados de la defensa.
Atentado
El Ministerio Fiscal, que ya inicialmente rechazó incluir a los policías en su escrito de acusación, mantuvo su postura, así como la de seguir acusando a los dos hinchas implicados de atentado contra la autoridad y sendas faltas de lesiones, cargos por los que se les pide a cada uno entre dos y tres años de cárcel.
El Ayuntamiento de la Línea, también está presente en el caso como responsable civil subsidiario para el caso de que las acusaciones a los dos agentes aún imputados salieran adelante. El juicio quedó ayer visto para sentencia tras las exposiciones de cada una de las partes.