Acoje ha reconocido en la semana que hoy finaliza a los comercios que llevan veinticinco años en la Asociación de Comerciantes del Centro de Jerez. Entre ellos se encuentra Modas José María y, obviamente, Antonio Aparicio Ripoll que, a su vez, llegó a ser presidente de la asociación en ños años 2001, 2002 y 2003, no habiendo perdido en momento alguno su vinculación con el tejido asociativo comercial.
—¿Desde cuándo en el negocio?
—Desde 1969, con tan solo 16 años me integré en el negocio familiar
—¿Familiar?
—Efectivamente. Modas José María la fundó mi padre en 1962, siete años más tarde me integré y hasta ahora.
—Más de cincuenta años de comercio
—Ya somos cincuentones y ahora mis hijos van a seguir en negocio. Ya estamos hablando de la tercera generación.
—Que es mucho hablar, Antonio, cuando se está hablando de los problemas que acucian a los negocios del centro, de lo mal que están esos negocios...
—Cuando me hablan de lo mal que están los negocios del centro siempre digo que el centro es el espejo de la ciudad. Cuando hay alegría, hay alegría en los comercios, cuando hay tristeza se nota , cuando hay dinero se ve que hay dinero y cuando no lo hay, también. Se ve en los comercios lo que se está viviendo a nivel social. Si se va a Área Sur verá un montón de paisajes en los cristales, si se va a Luz Shopping observará que hay granes firmas que han plegado. La cosa está mal, porque se están viviendo momentos sociales y económicos malos...A los negocios del centro a veces nos tratan con lástima y no me gusta. Me resulta mal porque hay negocios que siguen, que continúan y que van a continuar. Y esa es la realidad.
—Una realidad que se ve en su negocio. Esta semana se le ha homenajeado por sus veinticinco años de permanencia a la Asociación.
—Creo que el nacimiento de Acoje fue hace treinta o treinta y un años. Y tuve la fortuna de entrar en la primera junta directiva de la que era presidente Juan Villagrán Galán que, como recordará, era el propietario del Bazar La Tijera. Tenía un vicepresidente que era también un hombre importante, ya desgraciadamente fallecido, como Fernando Rodríguez Vázquez, el de Medias Mario. Yo entré como vocal de calle. Cuando entramos y se formó la primera directiva había vocales de calles, responsables de de una serie de negocios de determinadas calles para aunar los criterios de todos los comerciantes. Tenga en cuenta que cuando nació Acoje lo hizo con un carácter muy reivindicativo. También se atravesaba un momento delicado y muchos comercios decidimos aglutinarnos. Tenga en cuenta que era un momento en el que nacía el Jerez de la periferia, nacían nuevas barriadas, se expandía Jerez y el centro se quedaba vacío de contenido. El centro histórico, el de San Lucas , San Mateo que ahora mismo se encuentra decrépito, comenzaban a quedarse despoblados. Nos aglutinamos los comerciantes, olvidamos nuestras diferencias y comenzamos a trabajar. La verdad es que Acoje, y así hay que reconocerlo, ha hecho una labor muy importante en el centro comercial y lo va a seguir haciendo, a pesar de los tiempos que corren.
—La eterna pregunta, Antonio. ¿Qué necesita el centro comercial para volver a resurgir?
—Necesita lo que necesita toda esta zona, es decir puestos de trabajo y que la renta per cápita de los jerezanos y de toda la zona mejore. Sobre todo eso. Y se necesita seguir invirtiendo. Hace ya algún tiempo que no se invierte, lógicamente porque con la crisis no se puede. Hay que seguir promocionando y dinamizando la proyección, la marca de Jerez Centro Comercial, con esos negocios de toda la vida que siguen y seguirán abiertos. Hay que apostar por la publicidad, por hacer cosas, por atraer a la gente, pero ahora mismo no se puede invertir porque no hay recursos para hacerlo. De todas formas se está haciendo un gran esfuerzo desde Acoje, desde el comercio por seguir proyectando el centro de Jerez, el centro comercial de la ciudad, el comercio de toda la vida.
En el Salón noble del Casino Jerezano coincidiendo con el Día Mundial del Corazón, Acoje rindió un humilde acto de homenaje y reconocimiento no sólo a los pioneros, sino a todos aquellos asociados que forman parte de Acoje desde hace más de 25 años, a aquellos que representan a comercios de los llamamos “de toda la vida”, porque en algunos casos son segundas o terceras generaciones las que están al frente de los mismos, y esos comercios son originarios de hace más de 40 y 50 años, como es el caso de Antonio Aparicio que se muestra feliz por la incorporación de sus hijos a un negocio tan tradicional como el que dirige en la emblemática calle Évora, una de las calles que, con el paso del tiempo, no ha perdido su carácter eminentemente comercial. Desde allí Aparicio sigue fiel a la historia.