Las redes sociales están asumiendo en este inicio de Semana Santa la información toda de los acontecimientos de las tormentas que van y vienen
Uno que lleva ya mucho tiempo en esto de juntar letras vivió con el adiós de La Voz del Sur la revolución interna de los periódicos. Se pasó del plomo de las cajas y las linotipias a la fotocomp0sición, del machacar la olivetti al ordenador y hasta a montar total y absolutamente la página para que pase a taller y de allí a rotativa. Fue una primera revolución en la prensa escrita que la audiovisual llegó cuando se incorporaron las empresas televisivas privadas y, antes, cuando de la televisión de mediodía y cierre y carta de ajuste a las 7 de la tarde y buenas noches a las 12 se pasó a la tele encendida las 24 horas de día. Y en la radio cuando de una emisión casi totalmente local se pasó a los grandes protagonistas de las mañanas y las tardes y a ventanas radiofónicas caseras que cada vez son menos y que amenazan casi con el cierre de las emisoras locales de cadena. Viene todo esto a cuento de la nueva revolución que tiene que llegar a los medios de comunicación. Las redes sociales serán las grandes protagonistas de ese cambio. Las redes sociales están asumiendo en este inicio de Semana Santa la información toda de los aconteceres de las tormentas que van a y vienen en este comienzo primaveral auténtico disparatado en lo meteorológico. Las redes sociales mantienen al público asistente desde los palcos o desde las aceras al minuto de lo que hace tal y cual cofradía y de cómo ha quedado el palio de aquella otra o de cómo está diluviando en tal sitio. Las redes sociales van a cambiar, seguro, el mundo del periodismo escrito y hablado. Y yo que lo vea. Amén.