La huelga convocada a nivel estatal por la Confederación de Padres de Alumnos (Ceapa), Sindicato de Estudiantes, Estudiantes en Movimiento, CCOO y UGT, entre otros muchos colectivos, fue seguida de manera masiva por la comunidad educativa de la ciudad, siguiendo de este modo la tendencia del conjunto de la provincia, donde el paro fue secundado por el 86 por ciento de los estudiantes, según la propia Junta de Andalucía.
Esta jornada reivindicativa se dirigía a todos los niveles educativos y para todos los trabajadores del sector público, teniendo como objetivo “tratar de revertir los recortes” y de derogar la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce).
Una manifestación constituyó en Jerez el acto central de esta jornada. La marcha partió sobre las once y media de la mañana del Campus universitario y concluyó en la plaza del Arenal, recorriendo distintas calles del centro de la ciudad.
En la comitiva se integraron representantes de las organizaciones convocantes, así como de la federación de padres y madres de alumnos (Flampa), cuya presidenta, Geli Sánchez, aseguró que los “recortes” de las administraciones públicas “afectan al día a día de nuestros coles”, traduciéndose en “falta de monitores, incremento de las ratios de las aulas y bajas de profesores que no se sustituyen”.
Federico Miguel, de Marea Verde, lamentó que la inversión prevista para educación en 2017 sea “por primera vez en más de 30 años inferior al 4 por ciento” del Producto Interior Bruto (PIB) español.
En su condición de docente, Federico Miguel constató la existencia de un “malestar generalizado” en toda la comunidad educativa, insistiendo en su rechazo a la Lomce, “que el PP se empeña en seguir manteniendo a pesar de que ha sido ya rechazada por dos veces en el Parlamento español”.
Esta jornada de huelga general en el sector de la educación también abogaba “por la eliminación de las contrarreformas universitarias, la estabilidad del personal interino o la recuperación del sistema de becas”, entre otras cosas.