Los avances sociales, económicos, educativos o tecnológicos que tuvimos en el ya pasado siglo XX, fundamentalmente en sus últimos cincuenta años, fueron enormes, decisivos escribiría yo, para comprender la actual sociedad, pero entre todos esos avances yo me quiero quedar con el cambio del papel de la mujer en la vida de muchos pueblos de Europa en general y en España en particular.
Algo tan elemental como llevar pantalones, hacer uso de tu propio pasaporte o acceder a tus bienes en un banco resultaba impensable en el siglo pasado. Tampoco podías heredar ni poner una demanda judicial, amén de los impedimentos que existían para el acceso a una educación universitaria o poder ejercer una profesión para la que hubiera estudiado, mientras que temas tan habituales en estos momentos como el divorcio, el aborto o el sufragio femenino eran una auténtica utopía.
Hay que recordar que la mujer necesitaba tener una una licencia marital, permiso expreso de su marido, para ejercer el comercio o sacar dinero. Además, cuando se casaba el marido pasaba a ser el administrador no solo de sus bienes gananciales sino también de sus bienes privativos. La ley de licencia marital no fue derogada hasta el año 1975. Y no fue hasta 1910 cuando la mujer pudo matricularse en estudios universitarios del mismo modo que un hombre.
Con la democracia llegó el derecho al voto, que estaba vetado, por lo que la mujer pudo comenzar a participar en las decisiones de su país en las mismas condiciones que los hombres. Hay mucho camino por avanzar, sobre todo en lo que a educación social se trata, y también en el mundo del trabajo, fundamentalmente en las mujeres que tienen que abandonar temporalmente sus trabajos para dar a luz. Muchas de ellas, posteriormente, ven cortada su vida laboral por esa razón. Dicen que hay desigualdad en muchos ramos a la hora de las nóminas mensuales y hay otros aspectos en los que habrá que seguir trabajando, pero, sin género de dudas, las mujeres fueron las grandes protagonistas del siglo XX y, como se demostró el día 8, lo quieren seguir siendo también en este siglo XXI en el que continúan avanzando.