Hosteleros y vecinos de la plaza Vargas y sus calles aledañas (Latorre y Pozuelo y plaza Monti) para las que el Ayuntamiento proyecta su peatonalización han comenzado una recogida de firmas entre residentes y negocios de la zona incluidos en esta reordenación para sondear su postura de cara a esta intervención. La iniciativa ha surgido a instancias de la Asociación Unión Local de Comerciantes, Asunico, ante las últimas manifestaciones del presidente de la Asociación de Vecinos del Centro Histórico, Alejandro González, dando cuenta del desacuerdo de los vecinos a que se lleve a cabo este proyecto. Así, el representante de esta asociación, que representa a los vecinos de Plaza Vargas, mantiene que ninguno de los siete u otro residentes a nivel particular que estuvieron presentes en la última reunión con la alcaldesa, en la que los técnicos expusieron los planes previstos, está por la labor de que esta intervención se lleve a cabo.
Ante tales manifestaciones, tanto la alcaldesa, Mamen Sánchez, como el presidente de Asunico, Manuel García, que fue quien solicitó la presencia de vecinos a nivel particular y hosteleros hasta en dos ocasiones para estudiar el proyecto, no han tardado en salir al paso y niegan que exista controversia alguna. Sólo reconocen que no hay acuerdo en el tema de los veladores, como declaró Mamen Sánchez esta semana, pues a los vecinos les preocupa que la peatonalización suponga la invasión de terrazas en la zona, un extremo que, por otro lado, la regidora socialista ve improbable dado el poco espacio que hay en la zona y el que deben reservar para el paso de vehículos de residentes.
Ante la tesitura que ha alcanzado el anuncio del Ayuntamiento, que en Asunico entienden que puede hacer peligrar una obra que entienden “muy necesaria” por el desnivel y los socavones que acusa la plaza, pues se contempla su arreglo integral aparte de su peatonalización, han decidido recopilar rúbricas y medir el pulso de vecinos y negocios de las zonas donde se actuaría. A la par, García insiste en que “nadie se opuso” expresamente al proyecto de peatonalización presentado en la última reunión y que el “temor” que mostraron siempre los vecinos fue que la peatonalización favoreciera a la instalación de más terrazas de los bares.
De igual manera, los que tampoco se han quedado de brazos cruzados son los vecinos que acudieron a la citada reunión, que no llegan a la decena. El pasado viernes registraron a nivel particular sendos escritos dirigidos a la alcaldesa en los que muestran “su total y absoluto desacuerdo y oposición” a la actuación que se les planteó en la reunión del pasado 17 de mayo para reordenar y peatonalizar la Plaza Vargas y sus alrededores. En el documento, reprochan además a la alcaldesa que no les dejara “margen de maniobra” para opinar, mientras trasladan que el proyecto en sí “no va en dirección de ganar espacio para el peatón en un lugar ya de por sí peatonalizado, sino que estamos ante una maniobra para favorecer los intereses de la iniciativa privada para la instalación de veladores”.
Por último, en el escrito remitido por estos ocho residentes muestran su apoyo al colectivo vecinal del centro histórico que les representa.
Los veladores, el quid de la cuestión
El temor principal de los vecinos, tal y como reconoció la propia alcaldesa, es que con la peatonalización este enclave que lleva años denunciando los problemas para conciliar el ocio y el descanso se vea invadido por veladores. Un extremo que esta semana ha descartado la alcaldesa pero que los residentes no ven tan claro. En cualquier caso, Sánchez supedita cualquier actuación al respecto a que haya consenso de vecinos y hosteleros.
