Un grupo de aproximadamente 200 desempleados trasladaron ayer al primer edil su preocupación por el fenómeno cada vez más habitual de contar con personal no linense para las obras y trabajos que se desarrollan en la ciudad. El colectivo decidió ir personalmente a visitar al alcalde tras el rumor de que la subcontrata que emprenderá las obras del nuevo hospital traerá mano de obra portuguesa.
Los desempleados aseguraron que necesitaban el apoyo del Ayuntamiento “para no terminar robando porque no tenemos dinero ni para comer”.
El próximo lunes el colectivo intervendrá en un programa televisivo de una cadena nacional. Sánchez les comunicó que irá con ellos, destacando que “la unión hace la fuerza” y “es lo que hace falta en esta situación, que seamos muchos y estemos unidos para reclamar ayudas para nuestra ciudad”.
El alcalde, visiblemente emocionado por la historia del portavoz del grupo, quien le aseguró que su hijo pequeño se había ido al colegio sin bocadillo porque no tenían dinero, subrayó que “aunque sea lo único que haga después de las nóminas, me pondré del lado de los parados de este pueblo”. El primer edil se comprometió asimismo a interceder con todas las empresas que vayan a trabajar en la ciudad para que cuente con los linenses.
“Voy a pedir a todas las instituciones y partidos políticos que arrimen el hombro para salvar a este pueblo”, destacó Sánchez, quien alzó la voz para comunicar al colectivo presente que “es la hora de La Línea”. El alcalde arrancó los aplausos de los presentes, que serenaron sus ánimos notablemente tras hablar con él y recibir sus compromisos.
El próximo jueves día 3 de diciembre, a las 19.00 horas, se celebrará en el auditorio del Palacio de Congresos una reunión en la que representantes del Consistorio, incluyendo al alcalde y desempleados, abordarán las medidas a tomar de cara a poner freno al paro en la ciudad. “El día 3 cuantos más seamos mejor. Esta es nuestra fuerza”, aseguró Sánchez.
Una vez concluida la reunión, el colectivo hizo entrega al concejal de Personal, Manuel Aguilera, del currículum de todos los presentes.
