El 95 por ciento de la población malagueña se encuentra a menos de 300 metros de una zona verde o de esparcimiento. La media por habitante en 2011 era de 6,85 metros cuadrados, "un avance impresionante en una ciudad ya consolidada", sobre todo si se compara con 1995, año en el que esa cifra era de sólo 1,3, según se ha destacado este martes durante la presentación de la última edición de los Indicadores de Sostenibilidad de la Agenda 21, un informe elaborado por el Observatorio de Medio Ambiente Urbano (OMAU).
La previsión es que, teniendo en cuenta no sólo los datos de 2011, que son los que recoge este informe, sino también los de 2012, la ciudad supere la media de los siete metros cuadrados por habitante de zona verde, sobre todo con la incorporación del parque periurbano de La Virreina, inaugurado en 2003 y en el que el Ayuntamiento trabaja para acabar con la imagen de abandono de estos últimos años. A ello contribuirá, además, la creación este año de parques infantiles y caninos.
Con esta progresión, en 2020 se podría llegar a los 10 metros cuadrados establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), según ha señalado el director del OMAU, Pedro Marín, quien ha participado, junto con las concejalas de Economía y Hacienda y de Medio Ambiente, María del Mar Martín y Ana Navarro, respectivamente, en la presentación de los resultados de este documento. Málaga es, junto con Barcelona, la única ciudad de España que realiza este seguimiento anual de forma georeferenciada.
El citado documento analiza 128 factores de crecimiento de la ciudad, correspondientes a aspectos relacionados con su territorio y ordenación, la gestión de sus recursos naturales, la cohesión social y el desarrollo económico y, por último, el gobierno municipal y la participación ciudadana.
En cuanto a las zonas verdes, más importante que la superficie en sí, es la proximidad a las mismas, según ha destacado la concejala de Medio Ambiente.
En general, la mayor relación de metros cuadrados por habitante se localiza en ámbitos como Campanillas, Teatinos o el centro, donde se obtienen valores por encima de los 10 metros cuadrados por habitante. Por el contrario, las zonas de ciudad con una tipología histórica en la que existen menos espacios libres, como La Rosaleda por ejemplo, son las que presentan tasas más bajas.
Como novedad, Navarro ha indicado que se está realizando, en colaboración con el departamento de Biología Vegetal de la Universidad de Málaga (UMA), un inventario del arbolado viario de la ciudad, que se prevé terminar este año. Así, se están identificando las especies que producen más alergias entre la población.
MOVILIDAD
Por otra parte, el director del OMAU, que ha precisado que uno de los retos de cara al futuro es compactar la ciudad, que se encuentra dispersa, ha hecho hincapié en que la proximidad de los servicios se traduce en que el ciudadano utilice menos el transporte privado e, incluso, el público. De hecho, cerca del 38 por ciento de la población va andando a todos los sitios, una característica de las ciudades mediterráneas.
En relación con otros indicadores, el consumo de energía se mantiene, pero siguen destacando los hidrocarburos --un 66 por ciento del total--.
El consumo del agua va descendiendo, lo que se debe a que la población está concienciada con un consumo más racional --112 litros por habitante y día-- o a la reparación de fugas. Se ha visto incrementado, por su parte, el tratamiento de aguas residuales, que ha pasado de un 0,05 por ciento a un 6,54 por ciento.
En lo que se refiere a la generación de residuos sólidos, hay un descenso, situándose en torno a 1,4 kilos por habitante y día, debido a la crisis o a una mayor concienciación ciudadana en cuanto al reciclaje. De hecho, el porcentaje de residuos destinados a tratamiento continúa en aumento --un 58 por ciento--.
Otro de los aspectos analizados, dentro del aspecto de salud, es el índice de sobrepeso y de obesidad, que va en aumento y que afecta al 54 por ciento de la población, según el estudio del OMAU.
La concejala de Economía y Hacienda, por su parte, ha incidido en la evolución del Producto Interior Bruto (PIB), que "remonta ligeramente en 2011", así como en el descenso de la densidad de población.
Finalmente, han anunciado que este año se va a iniciar una revisión y actualización de la Agenda 21, que permitirá describir con mayor precisión la situación actual de la sostenibilidad local enmarcada en los cuatro ejes temáticos. En este proceso se reactivará la participación ciudadana.