El presidente ruso, Vladimir Putin, podría haber ordenado a sus tropas en Ucrania que realizaran "una pausa" tras lograr el control de la estratégica región de Lugansk para reorganizarse, según un documento del grupo de expertos del estadounidense Instituto de la Guerra (ISW, por sus siglas en inglés).
Los expertos relatan en su último informe que "Putin celebró la toma rusa de Lisichansk y la frontera de la región de Lugansk y pareció ordenar al ejército ruso que realizara una pausa operativa".
El presidente ruso "se reunió con el ministro de Defensa, Sergey Shoigu, el 4 de julio para discutir los recientes avances rusos en la región de Lugansk y entregó al coronel general Alexander Lapin y al mayor general Esedulla Abachev el premio 'Héroe de Rusia' por su liderazgo durante la operación Lisichansk", señaló el ISW.
Putin y Shoigu presentaron públicamente la captura de Lisichansk y del resto de la región de Lugansk como una "gran victoria para las fuerzas rusas en Ucrania" y también "afirmó que las unidades rusas que participaron en esa batalla deberían descansar para aumentar sus capacidades de combate", precisa el informe.
Ese "comentario público de Putin probablemente pretendía destacar su preocupación por el bienestar de sus tropas frente a las quejas periódicas que se propagan en Rusia sobre el trato a los soldados rusos".
El grupo de expertos considera además que "es muy probable que las tropas rusas que lucharon en Severodonetsk y Lisichansk necesiten un período significativo para descansar y reacondicionarse antes de reanudar las operaciones ofensivas a gran escala".
Sin embargo, no está claro si el ejército ruso aceptará los riesgos de una pausa operativa lo suficientemente larga para permitir que estas fuerzas probablemente exhaustas recuperen su fuerza, concluye el grupo de expertos estadounidense.