Las autoridades estadounidenses han anunciado este jueves que la explosión de una granja de productos lácteos que tuvo lugar en Texas a principios de esta semana habría causado la muerte de al menos 18.000 cabezas de ganado y producido graves heridas a una trabajadora.
"Este fue el incendio de un establo más mortífero para el ganado en la historia de Texas y la investigación y la limpieza puede tomar algún tiempo", ha explicado el comisario de Agricultura de Texas, Sid Miller, en un comunicado en el que ha indicado que todavía no tiene "todos los hechos que rodean a este desastre".
"La causa del incendio sigue bajo investigación, y todos queremos saber cuáles son los hechos. Hay lecciones que aprender y el impacto de este incendio puede influir en la zona inmediata y en la propia industria", ha declarado, al tiempo que ha señalado que informará más adelante al público de los detalles "para que tragedias como ésta puedan evitarse en el futuro".
Miller ha explicado que la trabajadora agrícola quedó atrapada en el interior de uno de los edificios tras la explosión y el incendio del lunes, tras lo que fue rescatada y trasladada a un hospital.
"Aunque devastador, estoy agradecido de que no haya habido más heridos entre los trabajadores ni ninguna pérdida de vidas humanas", ha indicado el comisario, quien ha trasladado sus mejores deseos a la trabajadora y sus familiares.